La fecha de este cuadro ha sido una de las cuestiones más debatidas por la crítica. En la edición de 1889 del catálogo del Prado se hace constar que estaba firmado, pero nada se dice sobre la fecha. La edición de 1910 lo consigna como firmado y fechado en 1620. Las ediciones posteriores no vuelven a mencionar la cuestión hasta 1985, donde se consigna como firmado y fechado en 1630, fecha que vuelv
A pesar de que los inventarios antiguos y también Stchavinsky (1912) identificaban esta escena con la historia de Hécuba, la mujer de Príamo rey de Troya, Wichmann (1923) la interpretó como El hallazgo de los cuerpos de Hero y Leandro, interpretación que apoya Valdivieso (1973), Pigler (1974), Salerno (1977-80) y Sluijter (1986). Sin embargo, Luna (1984) hizo constar la inscripción HECVBA / OVIDIV
Copia de la estampa de Agostino Carracci, Omnia vincit Amor (1599). Esta obra aparece atribuida a Pietro Paolo Bonzi en el inventario de la colección que formó en Roma el VII marqués del Carpio. Lleva su característico sello de colección en el reverso de la pieza, con una inscripción con el número de inventario 988, lo que no deja dudas para identificarla con la obra del marqués del Carpio. Queda
En el Inventario del Museo (1996, vol. III, pág. 249) figura como "Hendryck Van Steenwyck (?)". En algún momento se barajó la posibilidad de que fuera obra de escuela holandesa. Tras estudiarlo, quedó excluido del catálogo razonado Pintura Holandesa (Posada Kubissa, 2009). En el Congreso de CODART, celebrado en el Museo del Prado en octubre de 2018, Fred Meijer y Charles Dumas, dos de los más pres
La escena (Lucas 2:41–51) representa a Jesús sentado en el interior del templo entre sacerdotes y escribas que le escuchan asombrados. De acuerdo con la narración evangélica, había acompañado a sus padres a Jerusalén para la celebración del Pésaj. De la penumbra de un fondo arquitectónico apenas esbozado con unos pocos trazos de pincel emergen los sacerdotes ordenados en torno a Jesús, cuya escasa
Esta obra presenta dibujos en las dos caras. Se muestra en el anverso en tinta parda con finos toques de albayalde El regreso del hijo pródigo y en el reverso la historia del buen samaritano, otra parábola de Jesús representada en dos episodios separados por una gruesa línea negra. Curiosamente el artista ha alterado la secuencia temporal de la historia, de tal manera que aparece en primer lugar (