Ícaro, hijo de Dédalo el constructor del laberinto del Minotauro, trató de huir con su padre de la isla de Creta con unas alas creadas por su padre que había pegado a la espalda con cera. Ovidio cuenta su historia en el libro VIII de las Metamorfosis (185-235): "(...) el muchacho empezó a recrearse en su atrevido vuelo, abandonó a su guía y, arrastrado por sus ansias de cielo, remontó el vuelo. La