La tipología facial de la Virgen, la seguridad del dibujo y la rotundidad con que están descritos los planos espaciales hicieron que esta obra fuera inicialmente atribuida a Claudio Coello (1642-1693), hasta que en 1986, cuando se tenía un conocimiento más preciso de la personalidad artística de Mateo Cerezo, Rogelio Buendía e Ismael Gutiérrez Pastor señalaran a este artista como su autor. Esa atr
Tan atractivo y singular bodegón, característico de la escuela española de mediados del siglo XVII, que inicialmente se pensó pudiese ser de la mano de Antonio de Pereda debido a sus similitudes con dos lienzos conservados en el Museo de Arte Antiga de Lisboa de tal autor, firmado y fechado en 1651. No ha encontrado todavía una atribución convincente, aun cuando las conexiones con las creaciones d
El tema del juicio particular del alma tiene sus fuentes en el teatro religioso popular. En origen, se representa la disputa entre un ángel y un demonio por la posesión del alma en cuestión, en presencia de Cristo y la Virgen; las pinturas más antiguas conocidas datan del siglo XV. Aquí el pintor, sin embargo, ha tratado el tema, que quizá se refiera a un hecho concreto, de forma diferente. En dos
Tan atractivo y singular bodegón, característico de la escuela española de mediados del siglo XVII, que inicialmente se pensó pudiese ser de la mano de Antonio de Pereda debido a sus concomitancias con dos lienzos compañeros conservados en el Museo de Arte Antiga de Lisboa de tal autor, firmado y fechado en 1651, no ha encontrado todavía una atribución convincente, aun cuando las conexiones con la
Este bodegón, debido tanto a las características de su composición como a los elementos escogidos para figurar en ella, supone un excelente ejemplo de la peculiar evolución del género en el ámbito de la corte madrileña en las décadas centrales del siglo XVII.Resulta curioso observar como aparecen concomitancias con las obras seguras de Mateo Cerezo (1637-1666) y con las atribuidas a su círculo pró
Tan peculiar pintura, interesante por múltiples conceptos, entre los cuales no es el menor su presentación directa, e incluso crudamente verista, que aproxima al espectador a realidades que en el mundo del Siglo de Oro resultaban absolutamente naturales, no poseía una atribución precisa cuando fue adquirida para el Museo del Prado. De procedencia desconocida no cabía una mínima propuesta de autorí
Figura de poco menos de cuerpo entero, está ante la cruz de palo y una calavera; en la diestra, una piedra. Fondo de cueva y campo. De compleja historia atributiva, ha sido puesto bajo los nombres de Mateo Cerezo, Brueghel de Velours y Peter Paul Rubens, aunque la crítica ya está de acuerdo desde hace tiempo en considerarlo obra de van Dyck. Bode (1906) lo considera estudio preliminar del San Jeró
Composición de cierta monumentalidad, habitual en la obra de este pintor, pero en esta ocasión se debe a su dependencia de una conocida estampa de Schelte a Bolswert, utilizada también por su maestro Carreño de Miranda, en cuyo taller pudo conocerla Cabezalero. Esta última posibilidad podría justificar la cronología temprana, dentro de su catálogo, que parece tener esta pintura, ya que el grupo de
Es una de las más bellas y ambiciosas composiciones del pintor, donde, partiendo de su maestro Carreño, alcanza un punto de más refinada personalidad y delicadeza. El gusto por las amplias y complejas escenografías le viene en este caso más que de Carreño, de la línea de Francisco Rizi y del joven Claudio Coello.El efecto luminoso que se busca en el sucesivo juego de contraluces, con la figura de
Este San Francisco de Paula se enmarca dentro de la escuela madrileña del pleno barroco, datable en el segundo tercio del siglo XVII. La obra combina una pincelada apurada en el rostro del santo, que evoca en su expresión arrobada modelos de éxito ideados por Guido Reni, con otra mucho más suelta y etérea, de mancha, aplicada a algunos detalles de la figura y sobre todo al celaje del fondo; este o
Las distintas versiones que Mateo Cerezo hizo del Ecce Homo y del Cristo Varón de Dolores sobre la iconografía de Cristo en su pasión y muerte, si bien parecen dispares tipológicamente en una primera visión, formalmente están relacionadas con las de la Magdalena penitente, por lo que casi se podría establecer una cronología paralela entre ambos temas, basándonos en criterios estilísticos.La tradic
La historia de santa Catalina de Alejandría forma parte de la Leyenda Dorada de Jacopo da Varazze (Jacobo de Voragine), escritor de vidas de santos. Se fue construyendo a lo largo de la Edad Media, añadiéndole datos de procedencia diversa, hasta componer la figura de una doncella pura, princesa alejandrina de alta cuna, sabia y convertida al cristianismo por un ermitaño que le enseñó que Jesús era
Dibujo en el que se representa a Cristo crucificado, expirante, con la cabeza apoyada en el hombro derecho y la vista alzada. El brazo derecho apenas sugerido.Muy característico de su estilo tan fuertemente influido por Van Dyck, en la actitud y las proporciones. El tipo y el modelo del Cristo se aproxima a las versiones pintadas, aunque no pueda considerarse preparatorio para ninguno de ellos. (T
La Virgen desmayada es sostenida por San Juan, mientras la Magdalena (?), sujeta el cuerpo de Cristo, apoyado en el regazo de María. A la derecha las Marías restantes, sollozando.A pesar de la vieja atribución y de que Ceán Bermúdez afirmase que este dibujo manifiesta el estilo de sus lienzos, no parece que pueda sostenerse la atribución. El carácter prieto y escultórico del modelado, los tipos ta