Dibujo perteneciente al Cuaderno de Burdeos II o Cuaderno H, último de los cuadernos elaborados en Burdeos. Ofrece una sucesión de escenas sin títulos en las que se combina la aparente representación de la realidad con la fantasía. Esta mujer cubierta con un manto y armada con espada y escudo volando a lomos de un gran murciélago recuerda las escenas de brujería y sinrazón de los Caprichos, así co
Dibujo perteneciente al Cuaderno de Burdeos II o Cuaderno H. Es difícil precisar si lo que estamos viendo es una escena de diversión o una alegoría de la violencia, pues ambos ríen estúpidamente mientras uno sujeta con fuerza al otro y se dispone a cortarle el cuello con un cuchillo. Sus figuras muestran una tipología corporal que escapa a la normalidad y se instala en el ámbito de lo deforme como
Los veintinueve dibujos del Cuaderno H conservados en el Museo del Prado muestran la numeración de Goya, anotada con lápiz negro o lápiz litográfico cerca del ángulo superior derecho. Varios de ellos presentan la firma del artista. Como los dibujos de los cuadernos C, F y G, también los del H fueron separados, mezclados y montados por Javier Goya en álbumens con hojas de papel rosado. La mayor par
El dibujo representa a un monje patinando y es el número "28" del denominado Cuaderno de Burdeos II o Cuaderno H, segunda serie de dibujos realizados por Goya en Burdeos. Una vez más, Goya lanzó una aguda crítica contra el clero, como en el dibujo anterior, cuya influencia se había fortalecido de nuevo durante el reinado de Fernando VII y sobre todo a partir de 1823, fin del Trienio Liberal. El pa
Dibujo del Cuaderno de Burdeos II o Cuaderno H, hoja 42. Goya recurre nuevamente a la lavativa, utilizada en el Capricho 58, Trágala perro. En su explicación manuscrita conservada en el Prado decía sobre este que "el que viva entre hombres será jeringado irremediablemente". Si allí eran monjes de varias órdenes los que se disponían a aplicar la lavativa al aterrado protagonista, aquí son tres muje
Dibujo del Cuaderno de Burdeos II o Cuaderno H, hoja 8. Como en otras ocasiones, por ejemplo en el dibujo de la hoja 25 del Cuaderno C, Piénsalo bien, Goya presenta a una joven y ensimismada pastora en mitad del campo para evocar su historia. Aquí está sentada sobre una roca y acompañada de su perro guardián, concentrada en sus pensamientos y en su futuro, en si ha de dejar o no su pueblo y su vid
Dibujo del Cuaderno de Burdeos II o Cuaderno H, hoja 44. Un fraile capuchino, orden rigurosa en la defensa y propagación de la fe católica, presenta la cruz a un reo con expresión severa. En composiciones similares de Goya, los condenados, ejecutados o a punto de serlo, sujetan una cruz, pero este lleva un libro o papel, y su gorro, cabello y barba característicos, o su nariz marcadamente aguileña
Dibujo del Cuaderno de Burdeos II o Cuaderno H, hoja 63. El clérigo llena el espacio con su enorme volumen, que apenas encaja en el sillón frailero sobre el que se sienta a comer del barreño. Se sirve de cuchara y tenedor para sorber el caldo con avidez y pinchar los tropezones. Toda su atención está puesta en la comida y su gran bocaza abierta representa la gula, uno de los siete pecados capitale
Sin la inscripción de mano del artista, Telégrafo, habría sido imposible descifrar el asunto, que se habría entendido superficialmente como una simple escena de acróbatas callejeros. Goya se debió de sentir fascinado por el moderno método de comunicación del telégrafo óptico. El sistema se servía de torres alineadas que sostenían un mástil con dos brazos articulados que con su movimiento transmití
Dibujo perteneciente al Cuaderno de Burdeos II o Cuaderno H, hoja 17. Los dibujos de Burdeos dedicados a los monjes, al igual que los de los Caprichos, destacan sus actividades inmorales y corruptas. El título moderno indica que el benedictino, de hábito negro, examina los bultos alrededor de la boca de un clérigo de mayor dignidad, como indica el solideo que cubre su cabeza y la muceta de canónig
Dibujo perteneciente al Cuaderno de Burdeos II o Cuaderno H, hoja 4. El dibujo, titulado modernamente con ironía por la acción del fraile, muestra a este dirigiéndose al muchacho del primer término. El hábito blanco y el manto negro con capucha revelan su pertenencia a los dominicos, la importante orden mendicante guardiana de la ortodoxia y que vivía de las limosnas. Sin embargo, se sienta en el
Incorporación de las colecciones del Museo de la Trinidad a los fondos del Museo del Prado el 22 de marzo de 1872. El Museo de la Trinidad había adquirido en 1866 el importante lote de ciento ochenta y seis dibujos de Goya propiedad de Román Garreta, cuñado de Federico de Madrazo, entre los que se encontraban veintinueve diseños del Álbum H.Sánchez Cantón propuso el título Aquellos tiempos, acepta
Dibujo del Cuaderno de Burdeos II o Cuaderno H, hoja 61. Como otros títulos modernos de los dibujos del Cuaderno H, que solo describen las escenas de un modo vago y sin interpretar el significado que Goya quiso darles en cada caso, aquí tampoco se ajusta del todo el título a la imagen del cartujo bailando con castañuelas. Casi todos los bailes tradicionales españoles, como los andaluces o la jota,
Este dibujo, que apenas ha sido expuesto y estudiado es, sin embargo, uno de los más bellos por su sentido monumental y sintético. Con solo un trazo nítido de lápiz ha definido el contorno de la figura del fraile, acurrucado en un espacio indeterminado, mientras dibuja con un compás. Su rostro denota una concentración que quizá no requiere la tarea en la que está empeñado. Un suave sombreado confi