Vemos a la Virgen en una longitud de tres cuartos, vuelta ligeramente hacia la izquierda y sosteniendo al Niño Jesús. Un velo le cubre parte de la cabeza, y los pliegues voluminosos de esta misma prenda le rodean la cintura y las caderas. El fondo es liso. El Niño está vuelto hacia la cara de su madre, cuyos grandes ojos oscuros miran más allá del espectador con una expresión distante y seria.Este