La obra salió a la luz en 1955, en la Hallsborough Gallery de Londres, como de escuela italiana, y fue publicada en ese año por Xavier de Salas como de Paret y como una posible escena de teatro o baile de trajes con personajes en atuendos de distintas épocas y "en una acción difícil de entender". Ingresó en el Museo del Prado como "escena de teatro" por el aspecto de las figuras. Fue interpretada
En la obra se representa un fanal de vidrio incoloro, de forma ligeramente acampanada y con un botón de sujeción en su parte superior, que cubre y protege un reloj de sobremesa. A su derecha encontramos un espejo vítreo cuadrangular, de pared, con marco negro, quizás ebonizado. En él se refleja la parte trasera del reloj dentro del fanal de vidrio, contribuyendo así a dar más luminosidad al cuadro
Esta obra, junto con su pareja El Tacto, el Oído y el Gusto (P1404) son réplicas de dos cuadros perdidos pintados en Amberes para los Archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia. Fueron un regalo del Ayuntamiento a sus gobernantes, encargándole las obras a Jan Brughel el Viejo, que contó con la colaboración para la ejecución de doce pintores de dicha ciudad. Los originales se perdieron en el incend
La retratada, María Tomasa de Aliaga, era valenciana de nacimiento y fue tenienta aya de la infanta María Amalia (09/01/1779 - 27/07/1798); hija de Martín de Aliaga y de Mariana Martínez de Larraga, naturales de Valencia; casada con Manuel Pablo de Salcedo, natural de Calahorra (La Rioja), hijo de Antonio Alfonso de Salcedo y de Rosa Ortés de Velasco, naturales de Anguciana (La Rioja), y del Conse
Por su amplísimo desarrollo, es seguramente una de las más ambiciosas y complejas representaciones de la Inmaculada en el ámbito madrileño y, desde luego, una de las más hermosas salidas del pincel del pintor. Iconográficamente se ciñe al modelo tradicional de la Inmaculada, como Mujer de Apocalipsis (cap. XII, 1) erguida, caminando sobre el globo de la luna, coronada de doce estrellas, con túnica
En la obra aparece un fanal de vidrio incoloro, de forma ligeramente acampanada, con botón superior para asir, que cubre una figurita de sobremesa representando a Cupido, quizás de porcelana. A su derecha encontramos un espejo vítreo cuadrangular, de pared, con marco dorado, probablemente metálico. En este tipo de obras los espejos contribuyen a dar más luminosidad al cuadro y mayor sensación de p
La señora D. F. Pita posa para Cecilio Pla mientras el pintor, de espaldas y con su bata de trabajo, realiza un retrato suyo. El Retrato de la señora D. F. Pita fue presentado a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1906. En el estudio pueden verse otras obras como Condesa de Yumuri o San Isidro, patrón de Madrid que, al igual que Retrato de la señora D. F. Pita, son obras de 1906 y fueron pre