Perteneciente a la serie de Historia de Armida, formada por doce cobres (P01825 a P01836), que ilustran el poema de la Jerusalén Libertada de Torcuato Tasso; la presente escena representa el Canto XVI de dicho poema. En un paisaje, variante del Carlos y Ubaldo en las islas Afortunadas (P01831), Reinaldo yace, seducido, sobre Armida, que contempla su belleza en el espejo, abandonados a los placer
La tipología facial de la Virgen, la seguridad del dibujo y la rotundidad con que están descritos los planos espaciales hicieron que esta obra fuera inicialmente atribuida a Claudio Coello (1642-1693), hasta que en 1986, cuando se tenía un conocimiento más preciso de la personalidad artística de Mateo Cerezo, Rogelio Buendía e Ismael Gutiérrez Pastor señalaran a este artista como su autor. Esa atr
De los varios artistas que abordaron temas bélicos durante el siglo XVII, ninguno mostró idéntico interés que David Teniers II en la plasmación de lo que se puede denominar la trastienda de la guerra. Con su acostumbrado rigor táctil describió en sus pinturas infinidad de objetos castrenses colocados en primer plano sin orden aparente, con la casual incorporación de alguna figura, como aquí los pe
La inscripción en letras góticas identifica al personaje retratado y fecha la obra: "En el año 1438, pinté esta efigie de Maestre Enrique de Werl, doctor de Colonia". Provincial de la Orden Franciscana en la ciudad alemana desde 1432, Werl fue catedrático de Teología y predicador de notable fama. En un viaje a Tournai pudo ponerse en contacto con el pintor haciéndose retratar en el interior de una
Es un buen ejemplo de retrato doble de madre e hija, relativamente frecuente hacia la mitad del siglo XIX, como atestiguan otras obras. En ellas, lo mismo que en los de padre e hijo, es el más joven quien aparece en pie. El retrato solía hacerse en el momento de presentación en sociedad de la joven que, al retratarse junto a su madre, aparecía ante el modelo de su futura trayectoria, consolidada e
En el centro de una superficie rectangular el Bosco trazó un círculo en cuyo interior representó la escena de la Extracción de la piedra de la locura. El pintor creó un espejo en el que se pudiera ver la necedad y la locura humana y lo situó en el mundo rural, opuesto al de la nobleza y la vida urbana; de ahí que ambiente la escena en el campo, en medio de un paisaje. Como se hacía en las miniatur
José Martínez de Roda (Motril, Granada, 30-10-1855 - 18-12-1899). Senador del Reino y maestrante de Ronda. Segundo esposo de Francisca Aparicio y Mérida (P04030). El marquesado le fue otorgado en 1898. Viste uniforme y placa de la Real Maestranza de Ronda.
El artista se autorretrata de busto corto ante un fondo neutro, sobre el que la imagen destaca con fuerza escultórica. Dirige el rostro hacia el espectador y fija la mirada con gesto serio e inexpresivo concentrando toda su fuerza en los ojos, obligadamente dirigidos al frente por causa de la probable utilización de un espejo para lograr la descripción correcta de sí mismo. Con largas patillas y c
Gracias a su gran versatilidad, Palmaroli se dedicó también al tableautin, pintura de reducido tamaño muy demandada por los coleccionistas. Siguiendo a Fortuny, realizó numerosas escenas de género de brillante colorido y gran virtuosismo técnico, con asuntos anecdóticos inspirados a menudo en el siglo XVIII y ambientados en interiores de suntuosa decoración, que incluyen a veces reproducciones de
Pintura de tono realista y ejecución preciosista. Una obra fechada precisamente el año de la misma muerte de Fortuny en Roma. Mezcla el tema de las procesiones y festejos religiosos con elementos de casaca, en una escenografía con abundantes detalles estilísticos y de interés arqueológico. Una intención que debe mucho, por otro lado, a la inercia de las reconstrucciones propiciadas desde la metodo
Los primeros años de formación del pintor Manuel Domínguez se desarrollaron entre la Academia de Bellas Artes de San Fernando y su estancia como pensionado en Roma. Sus inicios, fieles al purismo académico aprendido en Madrid, siguiendo las enseñanzas de Federico de Madrazo, pero perfeccionado durante su estancia en Italia, se condensan en este cuadro, una de sus más importantes pinturas romanas r
En la obra se representa un fanal de vidrio incoloro, de forma ligeramente acampanada y con un botón de sujeción en su parte superior, que cubre y protege un reloj de sobremesa. A su derecha encontramos un espejo vítreo cuadrangular, de pared, con marco negro, quizás ebonizado. En él se refleja la parte trasera del reloj dentro del fanal de vidrio, contribuyendo así a dar más luminosidad al cuadro