Esta obra pertenece al grupo de retratos que Sorolla pintó de su más estrecho círculo de amistades, una tipología absolutamente característica de la que el Museo del Prado conserva interesantes ejemplos, como los retratos de Jacinto Felipe Picón (P4654), el pintor Antonio Gomar (P4653) o el doctor Francisco Rodríguez de Sandoval (P3095). En ellos recurrió a soportes marcadamente apaisados que se a
El retratado cuenta cuarenta y cuatro años y lo presenta Sorolla en busto prolongado, sin llegar al medio cuerpo, de tres cuartos a la derecha. Medio despeinado y con barba y bigote no recortados, dotándole de un aspecto bohemio, potenciado por la camisa blanca con chalina oscura y encima una bata de pintor. Ejecución muy suelta en chaqueta y fondo, muy realista y minuciosa en el rostro. Sorolla a
Pintado sin pensar en que fuera a ser recortado, plegado y montado sobre las correspondientes varillas de abanico. En el reverso aparecen trece poemas autógrafos, firmados por Pedro María Barrera, Gaspar Núñez de Arce, Manuel del Palacio, Felipe Pérez, Javier de Burgos, Carlos Fernández Shaw, Eduardo de Lustonó, Miguel Ramos Carrión, José Feliú y Codina, Vital Aza, Tomás Luceño, Constantino Gil y