El dibujo procede de dos colecciones inglesas de importancia, que atestiguan su excelente calidad, la de Reynolds y la de su maestro Thomas Hudson. En el se representa una figura vista de abajo arriba, sobre un pedestal, como para apóstol o evangelista. Es en efecto un estudio grandioso y monumental, magistral en la consecución del volumen y de la energía de la figura, del que es difícil aceptar,