Aunque no aparezca registrado en ninguno de los inventarios conocidos, la procedencia de este lienzo del convento de carmelitas descalzos de Toledo es segura, dado que forma pareja con la obra San José con el Niño dormido en brazos (P5170), de idénticas medidas, fechado el mismo año y asunto complementario. El hecho de que la Virgen niña aparezca vestida con el hábito carmelitano parece asegurar a
Tríptico atribuido a un anónimo manierista de Amberes de hacia 1520. En la tabla central se representa la Adoración de los Magos, en la puerta derecha la Huida a Egipto y en la izquierda el Nacimiento. Tanto la Anunciación en grisalla en el reverso de las portezuelas como el escenario arquitectónico y el grupo de ángeles en vuelo guardan grandes coincidencias estilísticas y formales con una tabla
La Virgen María alarga sus brazos hacia Jesús niño que, de pie, se acerca a ella. En el ángulo inferior izquierdo, San Juan, adornado con un collar de flores, ofrece una flor a su primo y, a la derecha, crece un lirio, símbolo de la pureza de María. En segundo plano, Santa Ana y Santa Isabel observan la escena. Al fondo, se distingue El abrazo en la Puerta Dorada, pasaje apócrifo de la vida de Mar
El cuadro está inspirado en trabajos de Rogier van der Weyden, en concreto en el Tríptico de la Natividad (ca. 1441, Berlín, Staatliche Museen) y el Tríptico de santa Columba (ca. 1455, Múnich, Alte Pinakothek), si bien se observan detalles que parecen inspirados en La Adoración de los Magos (ca. 1440, Colonia, catedral) de Stephan Lochner (ca. 1400-1451) y en los grabados de La Natividad (ca. 147
El estilo y la temática de esta serie son típicos de su autor. El formato es pequeño, y los asuntos son los más frecuentes de su producción. Tratan de las estaciones y los meses, reviviendo los viejos calendarios medievales. Esto debió tener éxito, pues son varias las series conocidas que han llegado a nosotros. En la capilla de Notre Dame de Mont-Fancon du Velay (Alto Loira), venta R. Charles de
En el primer plano, en el centro, sobre una colina de forma semiesférica, aislada del resto como en la tabla de la Gemäldegalerie de Berlín, María, con una toca blanca cubriéndole los cabellos, túnica azul y manto blanco azulado, está sentada en el suelo, amamantando a su Hijo, totalmente vestido. En el plano medio, detrás de la Virgen, se inicia el bosque oscuro, integrado en el paisaje del fondo
Aunque en un principio se consideró como una obra del taller de Memling o se supuso que se había transformado como consecuencia de las restauraciones, lo cierto es que los estudios técnicos realizados sobre ella han confirmado que se trata de un original del pintor brujense, que tiene una elevada calidad. Es una pequeña joya tanto por la delicadeza de su color, como por la extrema finura con que M
Pintada para el retablo mayor del Colegio de la Encarnación (Madrid), un seminario agustino más conocido por el nombre de su fundadora, doña María de Córdoba y Aragón (1539-1593). La Anunciación se encontraba en la parte central del piso inferior del retablo, flanqueada por la Adoración de los Pastores (actualmente en Bucarest) y el Bautismo (P821), mientras que en el centro del piso superior se s
Ilustra el último pasaje de la infancia de Cristo (Lucas 2, 41-50), cuando a los doce años fue llevado por sus padres a Jerusalén para celebrar la Pascua. María y José perdieron a su hijo, al que encontraron en el Templo discutiendo con los doctores. La superioridad teológica de Cristo se subraya mediante su ubicación en alto en el eje de la composición. Con sus manos hace un gesto, el llamado cóm
Esta Natividad, siendo una pintura que por tema y estilo pictórico resulta característica de la producción de Cajés, es una de las composiciones más delicadas e intensas de este artista madrileño que, junto con Vicente Carducho (h. 1576-1638), fue un referente fundamental de la pintura madrileña del primer tercio del siglo XVII.Esta pintura se dio a conocer en 1992, fecha en la que fue adquirida p
El Tríptico con pasajes de la vida de Cristo que conserva el Museo del Prado es una obra decisiva en la historia de la pintura valenciana del siglo XV y en la transmisión del estilo y la técnica de Jan van Eyck a la Península Ibérica. La tabla ingresó en la colección del Prado en 1931, procedente del convento carmelita de la Encarnación de Valencia, fundado en 1502. En aquel entonces se consideró
Esta tabla es el panel central del retablo del altar mayor de la iglesia gótico-mudéjar de Santa María de Tobed (Zaragoza), que dependía del priorato del Santo Sepulcro de Calatayud. Su cabecera, de testero plano, acogía tres capillas dotadas con sendos retablos trecentistas de estilo ítalo-gótico, realizados por el taller barcelonés de los Serra. Éstos fueron costeados por el rey Enrique II de Ca
San José, que está representado casi de cuerpo entero y ostenta la vara florecida que tradicionalmente lo identifica, agarra con su mano derecha el brazo izquierdo del Niño Jesús, retrayéndolo de tomar las frutas que parecen en un frutero de mimbre apoyado en una repisa. Esta acción aparentemente insignificante está repleta de contenido, pues el Niño viste una camisa carmesí y las frutas predomina
La Sagrada Familia con San Juan Bautista era una devoción privada especialmente adecuada para la educación de la infancia. El motivo de San Juanito y el Niño Jesus abrazándose, derivado de las Meditationes Vitae Christi del Pseudo Buenaventura, texto del siglo XIV, fue desarrollado por Leonardo da Vinci en la Virgen de las rocas. Luini personifica la recepción de Leonardo en Lombardía a través de
Morales nos muestra aquí uno de sus temas más amables y afortunados, el de la Virgen con el Niño, si bien en este caso incluye la figura de san Juanito, que fija sus ojos azules en el espectador y, con gesto harpocrático, pide silencio para no disturbar el sueño de Jesús. La escena, iluminada por una intensa fuente de luz, destaca con viveza sobre un fondo casi negro. Mientras el Niño duerme pláci
En esta tabla flamenca aparece María bajo un porche abierto a un amplio paisaje, sentada en un trono y sosteniendo sobre sus rodillas al Niño, desnudo, con el globo del mundo en una mano y bendiciendo con la otra. Petrus Christus muestra a Jesús como Salvador y a la Virgen como reina de los cielos, a punto de ser coronada por el ángel situado sobre su cabeza. Los ojos bajos y el manto rojo de Marí
El tema pictórico de la niña hilando parece poseer un origen sevillano, creado seguramente en el ambiente zurbaranesco. En efecto, Zurbarán realizó varias versiones de la Virgen niña rezando, cosiendo y bordando, pero no hilando. Las fuentes iconográficas que inspiraron esta composición son los Evangelios Apócrifos, donde aparece en el Protoevangelio de Santiago, narrándose allí cómo los sacerdote