Este lienzo formó parte de la serie, nunca acabada, de monarcas visigodos pintada con destino al Palacio del Buen Retiro, en la que también intervinieron: Vicente Carducho, Félix Castello, Jusepe Leonardo y Andrés López. En el inventario de aquel palacio redactado en 1703 se contabilizaron únicamente trece pinturas de reyes godos; esta serie se encargó después de 1634, cuando ya se había concluido