La obra refleja una advocación muy singular de la Virgen María que se popularizó en Andalucía en el siglo XVIII. La madre de Jesús aparece sentada en una roca y rodeada de ovejas. Lleva una rosa en la mano izquierda y acaricia a una de las ovejas, que lleva otra rosa en la boca. En la parte superior se observan ángeles entre nubes; al fondo, el arcángel san Miguel baja a liberar con su espada a un