Probablemente parte central de un tríptico donde se representa el interior de una iglesia gótica; en el altar, un calvario; el sacerdote alza la hostia. A la izquierda, el devoto mira al altar, mientras el mundano piensa en los afanes de su casa, que se muestra sin fachada, revelando cinco aspectos: cuadra y bodega, cocina, comedor y un hombre que trabaja.
Catalogada hasta 1965 como obra de escuela napolitana, Pérez Sánchez señaló que era obra boloñesa, de estilo muy próximo a Sisto Badalocchio (1585-c. 1647). Recuerda a un Camino del Calvario de este artista que figuraba entre los cuadros comprados a los herederos de Maratti, en 1722, aunque hay que señalar una diferencia de dimensiones.
A la derecha, el altar donde dice misa un obispo. En su mano sostiene la Hostia y sobre su cabeza aparece una esfera llameante. En primer término, de espaldas, el acólito abre los brazos asombrado por el milagro; a la izquierda, los fieles arrodillados.El dibujo enlaza con las características del clasicismo romano de la primera mitad del siglo XVIII y tanto en la composición como en los modelos, a
Esta estampa, que ilustra la portada del tercer cuaderno de la colección Cuadros selectos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se puso a la venta en 1872, como parte de la encuadernación de la entrega correspondiente, con 5 estampas y sus textos impresos (las estampas son, la G05622, la G05623, la G05626, la G05635 y la G05636). La colección finalizó su publicación en 1885. Según l
Este medallón y su pareja (O3394) son interesantes por incluir las imágenes de dos personajes de la realeza, en objetos que, en principio, tienen una función religiosa, creando una iconografía real con retratos de los monarcas “a lo divino”. En origen los portapaces servían para ser besados durante la celebración de la Misa. Inicialmente, ambos tenían como efigie en la calle central un tema religi
Este medallón y su pareja (O3392/1) son interesantes por incluir las imágenes de dos personajes de la realeza, en objetos que, en principio, tienen una función religiosa, creando una iconografía real con retratos de los monarcas “a lo divino”. En origen los portapaces servían para ser besados durante la celebración de la Misa. Inicialmente, ambos tenían como efigie en la calle central un tema reli
Este portapaz y su pareja (O3394) en origen servían para ser besados durante la celebración de la Misa. Inicialmente, ambos tenían como efigie en la calle central un tema religioso, en este caso la representación de dos santos identificados en las cartelas inferiores como San Hipólito mártir y Santa Concordia. Las dos placas ovales quedan enmarcadas por una sencilla estructura arquitectónica en fo
Este portapaz y su pareja (O3392) en origen servían para ser besados durante la celebración de la Misa. Inicialmente, ambos tenían como efigie en la calle central un tema religioso, en este caso la representación de dos santos identificados en las cartelas inferiores como San Hipólito mártir y Santa Concordia. Las dos placas ovales quedan enmarcadas por una sencilla estructura arquitectónica en fo