Cuando los historiadores y críticos de arte se refieren a Bartolomé Montalvo, a menudo pasan por alto su interés específico, considerando que depende estrechamente de la imitación de las fórmulas de Luis Meléndez, lo que siendo cierto, no debe opacar su nombre ni los resultados de sus ejecutoria; precisamente, es de justicia valorar que sus obras lograron perpetuar, hasta bien avanzado el siglo XI
En este cuadro aparecen tres copas típicamente venecianas, entre las que destaca la que presenta su pierna enmarcada por aplicaciones historiadas a modo de alas de fantasía. Aunque resulta muy recargada, no pierde su esbeltez ni su ligereza. El rasgo distintivo de esta tipología es la ornamentación formada por dos alas simétricas serpentiformes o cordones de vidrio en torno a la pierna. Este nuevo
Durante la Contrarreforma se hicieron bastante populares las series de Apóstoles que generalmente los representan de medio cuerpo, sobre fondo neutro y portando sus atributos iconográficos. Constituían, por una parte, una derivación de los retablos tardomedievales, en cuyos bancos y calles solían representarse santos aislados, de cuerpo entero y medio cuerpo. Pero para entender su presencia y su p
Desde varios puntos de vista, aunque la obra no está fechada, se trata de un bodegón de transición entre la primera mitad del siglo XVII y la segunda, en la medida en que presenta aspectos que le refieren al mundo de Van der Hamen, acercándole al inmediato pasado estético, y pormenores que parecen prefigurar el impulso barroco de las creaciones de Pereda propias de la sexta década de la centuria,
Adriaenssen se distinguió por sus naturalezas muertas. En 1652, cuando el éxito comercial de las naturalezas muertas estaba en su cenit, entraron seis tablas suyas en la colección de Felipe IV por mediación del marqués de Leganés, importante coleccionista de pintura flamenca de la corte madrileña. Esta obra y otras tres tablas más que se conservan en el Museo del Prado (P001341, P001343, P001344)
En 1724, Antonio Palomino, que fue discípulo de Juan Carreño de Miranda, incluyó la biografía de su maestro en su Parnaso español pintoresco y laureado. La cercanía entre ambos convierte ese escrito en una obra de gran calidad informativa, pues pudo obtener la información de primera mano. Allí escribe: Son también de su mano (aunque a los principios) los dos cuadros de los colaterales de la iglesi
Se trata de un bodegón fundamentalmente de aves que semeja presentado en un escenario de cocina; la figura principal es un gran ánade real colgado, al lado de otros dos volátiles que comparten su colocación. La mayor reposa en gran parte sobre una mesa rústica o tabla, al lado de otras piezas; en segundo término un cesto colmado de pescados, con algunos al pie, aporta gracias a su presencia una ma
Tan atractivo y singular bodegón, característico de la escuela española de mediados del siglo XVII, que inicialmente se pensó pudiese ser de la mano de Antonio de Pereda debido a sus similitudes con dos lienzos conservados en el Museo de Arte Antiga de Lisboa de tal autor, firmado y fechado en 1651. No ha encontrado todavía una atribución convincente, aun cuando las conexiones con las creaciones d
La cruz en aspa identifica a san Andrés, que sufrió martirio en ella, y el pez que aparece junto a su mano derecha alude a su primer oficio como pescador. Es un magnífico ejemplo de la técnica claroscurista de Ribera, que proyecta sus personajes sobre un fondo oscuro y hace un uso muy efectivo de la luz como agente expresivo.Ribera fue uno de los artistas del Prado que más interés despertó entre l
Existe una estampa de Pietro Monaco (1707-1772), editada por Guglielmo Zerletti en Venecia en 1763, que reproduce una pintura con las Bodas de Caná entonces atribuida a Jacopo en poder del abogado Giulio Crivellari. En España, una composición homónima aunque de menor tamaño (112 x 84 cm aproximadamente), se inventarió en 1711 entre los bienes del IX Duque de Medinaceli. No se conserva el original,