Bajo el umbral de un portalón, una niña se abalanza, sobrecogida, sobre el cuerpo de su ehausto y moribundo hermano, quien yace tendido sobre los escalones, apoyando la espalda contra una esquina, con los brazos caídos, los ojos cerrados y la cabeza ladeada.
La expresividad declamatoria de los personajes es llevada al extremo por Amérigo en este cuadro, con el que consiguió el máximo galardón en la Exposición de 1892, y que representa un episodio medieval en el que un fugitivo de la justicia civil se acoge al fuero eclesiástico del derecho de asilo en suelo sagrado, al amparo de los privilegios de jurisdicción propia de la Iglesia durante el Antiguo R
Obra de asunto social, que formaba parte del repertorio temático favorito del pintor, en la que un hombre está leyendo algo a otros que, seguramente no saben leer. Un conjunto de personajes masculinos se agrupan en torno a una lamparilla situada sobre una mesa que constituye el único punto de luz de toda la composición. La escena se desarrolla en un interior que está practicamente a oscuras, solam
Cipper, del que se conocen obras fechadas entre 1700 y 1736, gustó de representar en diversas ocasiones mujeres en actitud similar a la que ofrece la joven de este pintura. La oscuridad que rodea al pintor quizás no deba contribuir a localizar en su obra otro tipo de argumentos que la pura traducción de lo que él veía a su alrededor y deseaba reflejar en sus pinturas. Sin embargo, no deja de llama
Ejemplo de la referencia a Goya que se manifiesta de modo muy próximo en las pinturas de Lucas Velázquez menos dramáticas y afines, en cambio, a un costumbrismo que fue muy cultivado a lo largo del siglo por otros artistas. (Texto extractado de Barón, J., El siglo XIX en el Prado, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2007, p. 41).
Este cuadro es el más famoso de cuantos se pintaron durante el reinado de Fernando VII y el más difundido en su tiempo por todo el reino, debido a la carga adulatoriamente propagandística de su emblemático argumento. Más que un cuadro de Historia, el lienzo de Aparicio representa en realidad una singular alegoría histórica, modalidad en la que este artista era verdadero especialista, concebida con
Lucas hizo su personal interpretación de los aspectos más anecdóticos y pintorescos del universo goyesco, que resultaban particularmente atractivos y sugerentes para los ojos románticos de la sociedad isabelina. Ejemplo máximo de ello son las escenas de Inquisición, abundantes en la obra de Eugenio Lucas, a pesar de que el Tribunal del Santo Oficio había sido definitivamente abolido por un real de
Este emblemático cuadro, sin duda el más famoso entre todos los pintados por Sorolla durante su juventud con argumento social, es también ejemplo fundamental de la inmersión del artista en este género, entonces de plena vigencia en los ambientes artísticos oficiales madrileños, en los que Sorolla se propuso lograr sus primeros reconocimientos públicos. Además, es seguramente el más sentido de todo
Aparece representado un hombre sobre un patíbulo público, sentado, con grilletes en pies y manos. Masa de populacho por la derecha y, en mucha menos cantidad, a la izquierda. Muy pastoso y desenvuelto.Se trata de uno de sus cuadros de mayor intensidad y, por ello, más afín al espíritu goyesco, el carácter sombrío y descarnado del motivo va unido a una técnica deshecha, de jugosa materia y una ento
Obra presentada en la Exposición Nacional de 1895, en la que obtuvo Segunda Medalla. El asunto se inspiraba en la huelga que había protagonizado, en la primavera de 1892, los empleados de Talleres de la Compañía del Norte en Valladolid y que tuvo gran repercusión en la ciudad. A la vuelta al trabajo, un contingente de la Guardia Civil vigilaba los alrededores. Uría no debió ser testigo de los desó
La declarada fascinación que Eugenio Lucas demostró durante toda su carrera por la obra de Goya le estimuló a recrear en sus cuadros los mismos asuntos que habían protagonizado con mayor éxito el universo creativo del aragonés. Sin embargo, ajeno a la intensidad testimonial que tienen en la obra de Goya las escenas de la dramática realidad española que le tocó vivir, Lucas hizo su personal interpr
Pequeño cuadrito que, con el título de El pintor enfermo fue adquirido por el desaparecido Museo de Arte Moderno como obra de Rosales y hoy forma parte de las colecciones decimonónicas del Prado. En parte, la atribución anterior fue debida a un error de lectura en su firma, en la que se creía leer E. Rosale(s), cuando en realidad dice G. Bande, aunque con letras algo borrosas que facilitaban la co
Cartón para un tapiz destinado a la "pieza de cámara" del cuarto del príncipe de Asturias, futuro Carlos IV, en el sitio de San Lorenzo del Escorial. Mengs tasó el cartón en 9.000 reales de vellón.