Una rica guirnalda de flores, en la que destacan rosas y jazmines, rodea un busto en grisalla de María. El motivo de la Virgen rodeada de una guirnalda de flores fue muy frecuente en la pintura flamenca del Barroco. Partiendo de los modelos de Jan Brueghel el Viejo, de principios de siglo, otros artistas como Verendael lo perpetúan. El hecho de que el motivo principal sea una escultura en vez de u
Se ha afirmado a menudo que este cuadro forma parte de una serie de cuatro, todos ellos pertenecientes al Prado, pero probablemente no sea el caso. Las dimensiones de los cuatro cuadros (P1619, P1620, P1621, P1622) son similares, pero no su procedencia. Esta obra y Mesa con mantel, salero, taza dorada, pastel, jarra, plato de porcelana con aceitunas y aves asadas (P1622) son muy posiblemente las d
En esta obra se muestra a María sosteniendo al Niño con un brazo, cogiendo con el otro uno de sus pies. Tras ellos dos ángeles contemplan la escena. Uno de ellos mira al espectador solicitando silencio y reflexión ante la imagen. La escena está enmarcada por una abundante guirnalda de flores. La obra es fruto de la colaboración de Jan Brueghel, quien realizó una de sus más exuberantes obras de flo
Este cuadro fue inventariado por primera vez en 1746 en la Colección Real española junto con Bodegón con flores, copa dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre (P1620). Ambos cuadros permanecieron en la Colección Real hasta que entraron en el Prado. La sugerencia de que éste y los otros tres cuadros del Prado (P1619, P1620 y P1621)formaban una serie de cuatro es i
Tanto el nombre con el que aparecen firmados este florero y su pareja (P7936), como su procedencia valenciana sugieren que estamos ante un ejemplo de la abundante producción de pinturas de flores que se dio en Valencia a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Son obras realizadas con poca densidad de materia, lo que da como resultado una gracia y una levedad que nos recuerda que el auge que
La guirnalda de flores enmarca un medallón ovalado con la Adoración de los reyes; flores de gran tamaño alternan con otras de pétalos menudos y de factura cuidada, pero con una ejecución menos firme que la de Jan Brueghel de Velours. Fue adquirido por Carlos IV, según el inventario de la Casita del Príncipe: "Dos iguales, en lámina: el uno contiene una guirnalda de flores, y en su centro, una meda