Este boceto preparatorio forma parte del proyecto para la decoración de la basílica de San Francisco el Grande de Madrid, en este caso, para decorar la bóveda del presbiterio de la basílica, junto con la obra Santos españoles (P6706). Ambas obras presentan una composición extremadamente simple, con ocho figuras, dos de pie y seis genuflexas sustentadas por una nube bajo la cual se encuentran tres
Los ingredientes fundamentales del estilo de Claudio Coello se advierten en esta obra, que está dispuesta a manera de gran escena teatral en la que, a través de San Juanito se invita a participar al espectador. Su composición dinámica y compleja, y su color brillante y expansivo evocan modelos del Barroco flamenco. También se emparenta con la pintura de Rubens y su escuela en el tratamiento narrat
Alrededor de la Virgen y el Niño se disponen varias figuras de Virtudes y de santos, formando una "sacra conversación" multitudinaria. Se reconocen fácilmente a San Juanito, Santa Isabel de Hungría, San Pablo, San Pedro, San Francisco y San Antonio de Padua, que se cuentan entre los santos más populares de la España barroca.
María Magdalena es una de las santas más célebres del cristianismo, por haber conocido a Cristo y porque representó el paradigma de la mujer arrepentida. En su etapa de vida mundana suele caracterizarse con ricas vestiduras. Cuando se muestra como mujer arrepentida -como en esta pintura de Guercino- aparece semidesnuda y con largos cabellos, adorando el crucifijo. Otros dos de sus atributos más re
Francisco Tadeo Calomarde y Arria Hinojosa y Rabadán (Villel, Teruel, 1773-Toulouse, Francia, 1842). Conde de Almeida y duque de Santa Isabel. Fue oficial de la Secretaría de Estado y Despacho Universal de Gracia y Justicia en 1813 y secretario de la Regencia en 1823. El retratado está sentado y viste uniforme de secretario de Estado, sobre el que ostenta el Toisón de Oro y las grandes cruces y ba
En la composición se disponen varias figuras de más de medio cuerpo que representan a Santa Catalina, la Virgen, el Niño, Santa Isabel, San José y San Juan. En los catálogos del Museo anteriores al de 1933, consta como obra de Palma il Giovane. Según Berenson, se trataría de un original excelente de Domenico Tintoretto. Según Voss, es obra de la segunda mitad del siglo XVI, quizá de Lambert Sustri
Murillo ha pasado a la historia como uno de los grandes pintores de temas infantiles, y ello no sólo por sus famosas escenas costumbristas protagonizadas por niños, sino también por representaciones como ésta, en la que aparece el Niño Jesús en la metáfora bíblica del buen pastor que apacienta y cuida de sus ovejas. Se trata de un tipo de imágenes de gran éxito entre la sociedad sevillana de la ép
La santa, con hábito y una tosca túnica cogida al cuello, dirige su vista hacia el cielo. Su mano izquierda cae sobre el pecho, mientras que en la derecha porta un ramo de azucenas, que aluden a su pureza. En la cabeza, una guirnalda de rosas recuerda su nombre. El nimbo que la rodea refuerza su luminosidad con unas lenguas de fuego que producen una luz cremosa, que mitiga el rojo intenso de la pr
Se trata de la composición más sobria de todas las versiones de la Inmaculada pintadas por Rizi, tal y como señaló Ángulo (1962). Su silueta evoca desde luego la de Ribera que se conservó en San Pascual de Madrid y que fue estudiada y copiada ampliamente por los pintores madrileños (Pérez Sánchez, 1974, p. 248) aunque en la posición de los cuernos de la luna dirigidos hacia abajo, siga el modelo d
La santa siciliana implora al cielo después de su martirio, en el que le fueron amputados ambos senos. En toda la pintura del napolitano Vaccaro es notable la influencia de Guido Reni, que en esta obra se advierte en la actitud mística de la santa y en la sosegada resignación con la que acepta su destino.
María de los Dolores Collado y Echagüe (San Sebastián, hacia 1829-Madrid, 1916). Hija del político y empresario José Manuel Collado. Casó (1850) con Eduardo Carondelet Donado y Castaños (1820-1882), III duque de Bailén desde 1869. Fue también duquesa de Castrejón, dama de la Orden de María Luisa y de la de Santa Isabel de Portugal. Falleció sin descendencia. La dama, estante y de cuerpo entero, ap
Aunque Bettini señalaba precedentes paternos, se trata de una interpretación personal de Francesco del pasaje evangélico. Se conocen tres versiones a él debidas, de las cuales la del Museo del Prado sería la última. La primera, fechada hacia 1585, fue subastada en Sotheby´s Florencia en 1984 y de ella se conserva un dibujo preparatorio con las figuras del anciano barbado y el paje a la izquierda (
En un primer plano muy cercano y resaltado por un estudiado empleo de los recursos lumínicos, aparece la Virgen María sentada, sosteniendo entre sus rodillas al Niño Jesús, quien dulcemente apoya sus manos en el cuerpo de su madre, mientras que enlaza su mirada con la de Santa Isabel, quien a su vez arropa a la figura arrodillada de San Juanito, que delicadamente posa sus manos unidas en el cuerpo
Las representaciones de galerías de pintura se popularizaron en los Países Bajos a principios del siglo XVII. La exhibición de pinturas y otros objetos artísticos o naturales fue en sus inicios una manera de evidenciar la elevada situación social de una clase eminentemente burguesa con fuertes deseos de ennoblecimiento. En muchos casos, tales obras no mostraban rigurosamente la colección del comit
Este es un cuadro de colorido muy suave, en el que predomina el tono azul del manto de la Virgen, inspirandose en Alonso Cano, así como el carmín rosado de su vestido, junto con el colorido verdoso y amarillento de su prima Isabel. La frialdad de su entonación y la larga, suelta y transparente pincelada traducen una sensación de frialdad que contrasta con la contenida emoción del abrazo en el que
El milagro del agua (P8225) y La serpiente de bronce forman pareja y representan temas relativos a Moisés y los israelitas. Se relacionan con los dos frescos en el ábside de la basílica de Santa Croce in Gerusalemme en Roma, para la que Giaquinto ejecutó también dos frescos de la bóveda, La aparición de la Santa Cruz y La Virgen presenta a Santa Elena y Constantino ante la Santísima Trinidad. Esta
La Magdalena penitente de Paolo Veronese refleja las transformaciones acaecidas en la pintura religiosa veneciana hacia 1580. De un lado, el nuevo orden de prioridades impuesto por el Concilio de Trento (1545-1563), con su énfasis en temas como la eucaristía, la penitencia o el martirio de los santos; del otro, y complementario al anterior, el celo con que la Inquisición pasó a velar por el decoro
San Juan Bautista es atendido por cuatro mujeres, mientras que Zacarías agradece al cielo el nacimiento de su hijo. En el segundo plano se vislumbra la figura de santa Isabel. El intenso colorido de esta pintura permite fecharla en una fase temprana de la producción de Sacchi. Discípulo de Albani (1578- 1660) y maestro de Maratta (1625-1713), este artista ocupa un lugar importante en el desarrollo