El Santo aparece representado de frente y portando los símbolos de su dignidad. La escena del fondo reproduce el martirio de San Pedro apóstol. En el pecho de San Pedro Nolasco se dibuja el escudo de las armas de Aragón (cuatro barras con la cruz). Jaime I le une a su destino histórico y Felipe IV pidió su canonización al pontífice.