La pintura representa el momento en que Judit entrega la cabeza de Holofernes a su sirvienta, en actitud de abandonar la tienda donde yace inerte el cuerpo del general. La escena tiene lugar en plena noche en el campamento asirio, y el pintor emplea violentos contrastes de luces y sombras, en línea con el gusto creciente de la escuela veneciana por un claroscurismo intenso que veremos culminar en
Este lienzo forma parte de un conjunto integrado por seis pinturas apaisadas: Susana y los viejos (P386), Esther ante Asuero (P388), Judith y Holofernes (P389), La reina de Saba ante Salomón (P394), José y la mujer de Putifar (P395) y Moisés salvado de las aguas (P396), con un mismo esquema cromático, una acentuación general del dibujo en superficie y un ritmo de formas curvas que enlaza un cuadro
En la composición se disponen varias figuras de más de medio cuerpo que representan a Santa Catalina, la Virgen, el Niño, Santa Isabel, San José y San Juan. En los catálogos del Museo anteriores al de 1933, consta como obra de Palma il Giovane. Según Berenson, se trataría de un original excelente de Domenico Tintoretto. Según Voss, es obra de la segunda mitad del siglo XVI, quizá de Lambert Sustri
Las obras P382 y P384 comparten autoría y probablemente fueron concebidas para verse juntas. Su interpretación la proporciona L’arte de Cenni del jurisconsulto Giovanni Bonifacio (1616), el más importante tratado de gestualidad de la época, según el cual, mostrar el pecho abierto significa sinceridad: “porque el pecho es la sede del corazón, y el hablar de verdad y sinceramente se dice entre nosot
Este lienzo forma parte de un conjunto integrado por seis pinturas apaisadas: Susana y los viejos (P386), Esther ante Asuero (P388), Judith y Holofernes (P389), La reina de Saba ante Salomón (P394), José y la mujer de Putifar (P395) y Moisés salvado de las aguas (P396), con un mismo esquema cromático, una acentuación general del dibujo en superficie y un ritmo de formas curvas que enlaza un cuadro
Este lienzo ovalado terminó formando parte de un conjunto integrado por otras seis pinturas apaisadas: Susana y los viejos (P386), Esther ante Asuero (P388), Judith y Holofernes (P389), La reina de Saba ante Salomón (P394), José y la mujer de Putifar (P395) y Moisés salvado de las aguas (P396). Aunque Velázquez las comprara para Felipe IV como conjunto, no debieron formarlo originariamente. Las ob
La Antigüedad conoció dos Floras: la mitológica, esposa de Céfiro y ejemplo de concordia marital y fecundidad; y la meretrix, legendaria prostituta romana. En la Edad Media se fundieron ambas y en el Renacimiento se identificaron con Flora tanto las jóvenes novias como las cortesanas. Igualmente polivalente es la rosa salvaje que sostiene la mujer, símbolo tanto de la fecundidad matrimonial como d
Se trata de una composición pensada para decorar un techo, lo que explicaría los fuertes escorzos en que han sido trazadas sus diversas figuras. Es la protagonista una matrona tocada con un casco y con un caduceo y unas espigas en la mano, símbolos del comercio y de la fecundidad de los campos. Ante su presencia huyen la Lujuria, el Robo, la Traición y el Rencor.
Este lienzo forma parte de un conjunto integrado por seis pinturas apaisadas: Susana y los viejos (P386), Esther ante Asuero (P388), Judith y Holofernes (P389), La reina de Saba ante Salomón (P394), José y la mujer de Putifar (P395) y Moisés salvado de las aguas (P396), con un mismo esquema cromático, una acentuación general del dibujo en superficie y un ritmo de formas curvas que enlaza un cuadro
Saulo (San Pablo) caído en el suelo junto a su caballo, aparece rodeado por sus acompañantes que huyen despavoridos ante la aparición de Cristo, representado por el gran resplandor del fondo. Tras la muerte de de Tiziano (1576), Pablo Veronés (1588) Jacopoo Bassano (1592) y Jacopo Tintoretto (1594), el panorama pictórico veneciano quedó en manos de muy discretos continuadores: Domenico Tintoretto,
Se representa a David niño, con la cabeza del gigante, acompañado de soldados; a la derecha, las mujeres que le aclaman, con instrumentos musicales. El hecho se refiere en el Libro de los Reyes (I, cap. XVIII).Tras la muerte de Tiziano (1576), Pablo Veronés (1588) Jacopoo Bassano (1592) y Jacopo Tintoretto (1594), el panorama pictórico veneciano quedó en manos de muy discretos continuadores: Domen
Este lienzo forma parte de un conjunto integrado por seis pinturas apaisadas: Susana y los viejos (P386), Esther ante Asuero (P388), Judith y Holofernes (P389), La reina de Saba ante Salomón (P394), José y la mujer de Putifar (P395) y Moisés salvado de las aguas (P396), con un mismo esquema cromático, una acentuación general del dibujo en superficie y un ritmo de formas curvas que enlaza un cuadro
Desde hace unas décadas, los historiadores del arte vienen prestando una atención cada vez mayor a la iconografía de las llamadas cortesanas honestas, categoría a la que pertenece la mujer de este cuadro. El cabello rubio rizado, la frente despejada, el collar de perlas o el seno que ofrece generosamente, son elementos que recuerdan la descripción que Verónica Franco, la más célebre cortesana vene
La pintura ingresa en la colección real en tiempos de Carlos IV y en su inventario de la Casita del Príncipe en El Escorial se registra como obra de Lucio Massari. Bajo esta misma autoría aparece en el inventario de Fernando VII en el Palacio Real Nuevo, donde se localiza en 1814. Ya en el inventario del Real Museo de 1857 el cuadro se relaciona con Domenichino, siguiendo la propuesta de Pedro de
San Juan Bautista, vestido con pieles de camello, bautiza a Cristo en las aguas del río Jordán. Según el Nuevo Testamento, en ese momento bajó el Espíritu Santo en forma de paloma, que aparece representado en la parte superior de la composición, y se oyó una voz que venía del cielo y decía Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco (Mateo 3, 13-17; Marcos 1, 9-11; Lucas 3, 21-22). Atribuida ante
Este lienzo forma parte de un conjunto integrado por seis pinturas apaisadas: Susana y los viejos (P386), Esther ante Asuero (P388), Judith y Holofernes (P389), La reina de Saba ante Salomón (P394), José y la mujer de Putifar (P395) y Moisés salvado de las aguas (P396), con un mismo esquema cromático, una acentuación general del dibujo en superficie y un ritmo de formas curvas que enlaza un cuadro