Este fragmento de tela junto con el detalle de la Cabeza del dios Baco (P1123) y un tercero que se conserva en Bogotá son los únicos restos de un gran lienzo que representaba la visita de Baco a los mortales y del que hay una copia en colección particular. El original, que estaba basado en un relieve helenístico que describe la visita de Dionisos a los hombres, probablemente se pintó como pareja d
Este fragmento, junto con la obra Media figura de mujer (P1122) y una tercera que se conserva en Bogotá, son los únicos restos del Triunfo de Baco, un cuadro que, basado en un relieve helenístico, describe la visita del dios a los hombres y que probablemente se pintó como pareja del Sacrificio a Baco de Massimo Stanzione, cuadro que también se conserva en el Prado (P259).
El pago, en julio de 1629, de 100 ducados a Velázquez por cuenta de una pintura de Baco que había hecho para el rey nos informa sobre la fecha aproximada de la obra e identifica a su destinatario. Estamos en las vísperas del primer viaje del pintor a Italia, cuando llevaba poco más de un lustro de trabajo al servicio del rey y acababa de conocer a Rubens. En esa época se estaba especializando en l
El nacimiento del Sol y el triunfo de Baco está considerada la pintura más bella y magistral que Giaquinto realizó durante su estancia en España al servicio de la corte del rey Fernando VI, a excepción de sus grandes decoraciones murales en el palacio real de Madrid. Giaquinto es quizás el artista italiano de más profunda huella en el ámbito pictórico español, debido a las obras que realizó en el
Se trata de una escena de carácter pagano, en la que se representa la ofrenda que los bacantes, o seguidores de Baco, hacían a su dios. En el centro un sacerdote ofrece el sacrificio sobre un altar, ante la estatua de la divinidad coronada de hojas de vid. Alrededor, los asistentes a la fiesta beben o se muestran absolutamente ebrios y dormidos merced al efecto del vino. Esta escena mitológica dem
Pareja de la obra El sacamuelas (P7945) y pintado en el mismo año de 1844, presenta una clara relación con la obra homónima de Velázquez, que Alenza conoció en el Museo del Prado. En este lienzo, de todos modos, se resaltan mucho más los extremos de la embriaguez y el carácter burlesco de los personajes. La pintura revela un sentido abiertamente popular y jocoso. En el interior abovedado de una ta
La historia de Ariadna y el dios tiene dos momentos fundamentales: uno es el encuentro entre ellos en la isla de Naxos después de que ésta fuera abandonada allí por Teseo, tema que representó Tiziano para Alfonso I de Este y que ceunta Ovidio en las Metamorfosis en el libro VIII (174-182): "(...) El hijo de Egeo raptó a la hija de Minos, largó velas rumbo a Día, y en aquella playa abandonó, cruel,
Aunque aparece por primera vez registrado en el Alcázar en 1666, colocado junto a la Fábula de Baco o Teoxenia de Ribera (de la que hoy sólo se conservan tres fragmentos, dos en el Museo del Prado y uno en una colección particular), tanto el tema como las dimensiones hacen pensar en un encargo para el palacio del Buen Retiro. Junto con El triunfo de Baco de Finoglia (P7309), el Sacrificio a Príapo
El carro triunfal de Baco con todo su cortejo en relación con la hostilidad del rey Penteo aparece en libro III de las Metamorfosis de Ovidio (528 seq.): "(...) Ha llegado Líber; los campos resuenan con gritos de alborozo; corre el gentío; matronas y muchachas mezcladas con hombres, la chusma y los grandes señores acuden al nuevo culto. "¿Qué locura, hijos de la serpiente, prole de Marte, ha aturd
Participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1892 (no929) en la que obtuvo la 3a medalla.
Paolo Domenico Finoglia tuvo una participación importante en el encargo de pinturas de la Historia de Roma para decorar el Buen Retiro. Pintó para el ciclo este soberbio Triunfo de Baco, un Combate de gladiadores (Patrimonio Nacional, Inv. 10022324), y un cuadro de asunto muy oscuro, tradicionalmente entendido como Masinisa llorando la muerte de Sofonisba (P2280). Este último ha sido atribuido a u
El Otoño, estación del dios Baco, se transforma aquí en una vendimia moderna, en que un joven majo, sentado sobre un murete de piedra y vestido de amarillo, color que simboliza el otoño, ofrece a una dama un racimo de uvas negras. El elegante niño, intenta alcanzar las uvas, reservadas, sin embargo, a los adultos. Tras ellos, una campesina lleva sobre su cabeza, con dignidad y apostura clásicas,
La figura del Sátiro guarda relación compositiva con otros lienzos de similares dimensiones, como son La Fortuna (P1674), Mercurio (P1677), La Razón (lienzo desaparecido, boceto conservado en el Museo Provincial de Bellas Artes de La Coruña no284) que representan personajes aislados, la mayoría de los cuales son de mano de Rubens y otros con colaboración de taller. Este tipo de representaciones de
Baco, dios del vino, es la deidad vinculada tradicionalmente al otoño. Acompañado por un sátiro con un odre, se apoya sobre un tonel y alza una copa de vino en una actitud inspirada en la escultura clásica del Sátiro en reposo, copia de un original de Praxíteles, entonces conservada en el Palacio de La Granja y hoy en el Prado (E00030). Al fondo varios compañeros transportan a Sileno ebrio.
Tras entregar Baco y Ariadna en 1523, Tiziano pintó La bacanal de los Andrios, también inspirada en Filostrato (Imágenes, I, 25). La escena transcurre en la isla de Andros, tan favorecida por Baco que el vino manaba de un arroyo. Dioses, hombres y niños se unen en la celebración de los efectos del vino, cuyo consumo, en palabras de Filostrato, hace a los hombres ricos, dominantes en la asamblea, d
Tras la muerte de Velázquez, Carreño (1614-1685) se reveló como su más legítimo continuador en la representación de los monstruos, bufones y enanos que pululaban por la corte española. Los inventarios citan en el Alcázar un abundante número de retratos suyos de este tipo, entre los que se encuentran los dos de Eugenia Martínez Vallejo (éste y el P646, donde aparece vestida), el de El bufón Francis