La historia de Ariadna y el dios tiene dos momentos fundamentales: uno es el encuentro entre ellos en la isla de Naxos después de que ésta fuera abandonada allí por Teseo, tema que representó Tiziano para Alfonso I de Este y que ceunta Ovidio en las Metamorfosis en el libro VIII (174-182): "(...) El hijo de Egeo raptó a la hija de Minos, largó velas rumbo a Día, y en aquella playa abandonó, cruel,