El director del Museo del Prado era Pita Andrade y mi primera experiencia, encima como vasca nacida en San Sebastián, fue enfrentarme a la documentación técnica del Guernica de Picasso. En el caso del Guernica por ser tan grande, no lo hicimos entero. No disponíamos del espacio suficiente. Además recuerdo que, para preparar las radiografías, ni siquiera había un cuarto oscuro, y tuvimos que cerrar las persianas para que no hubiera luz, y montar ahí las placas radiográficas. Radiografiamos detalles. Aproximadamente unas cinco o seis placas del cuadro en zonas significativas. Lo mismo con la reflectografía infrarroja. No se hizo la documentación técnica completa del Guernica en esos momentos porque fue imposible pero tuvimos la base para hacer un artículo que publicaron José María Cabrera y Carmen Garrido, sobre todo en cuanto a cambios de composición y sobre el estado de conservación que sabíamos era bastante delicado.
La metodología habitual es hacer absolutamente todo, y a partir de entonces, del Guernica, con la beca para El Greco, incorporamos toda la metodología. Cuando llegaba la obra de arte al gabinete o bien trabajando en sala, realizábamos la radiografía, la reflectografía (si se podía toda, sino los detalles que consideramos significativos), análisis de pigmentos, toma de muestras, ultravioleta, etcétera.
Miembro del Gabinete Técnico, comienza su labor en el Museo gracias a una beca para estudiar y analizar la obra del Greco.
Entrevista realizada el 08 de mayo de 2018