Mariko Umeoka Taki es japonesa y una buena amiga. Estuvo casi cinco años copiando el cuadro del Jardín de las delicias del Bosco. Pidió un permiso especial, porque normalmente no se solía pintar. En aquella época estaba Manuela Mena, que era subdirectora del Prado, y se dirigió a ella en una carta en la cual pidió que, por favor, su máxima ilusión era poder copiar ese cuadro. Y vino exclusivamente de Japón para hacerlo. Estuvo durante un año viviendo en el hotel Palace porque estaba muy cerca y le venía muy bien, y porque no hablaba nada de español al principio. Entonces fue aprendiendo español a medida que venía al Prado. Estuvo casi cinco años pintando el cuadro y le quedó fantástico. No es igual que el original. La medida tiene que ser parecida pero no igual: tiene que haber unos tres o cuatro centímetros a cada lado para que la copia sea más grande o más pequeña que el original. Ella lo pintó con cuatro centímetros menos, y después lo enmarcó, y le puso las bisagras correspondientes para que se pudiera cerrar. Ya sabéis que el cuadro del Jardín de las delicias al cerrarlo se ve el globo terráqueo, pues también lo pintó. Y lo expuso en el Círculo de Bellas Artes.
Comienza a trabajar en el Museo como ascensorista, pasando después a vigilante de sala y al Departamento de Copias como administrativo.
Entrevista realizada el 21 de mayo de 2015