El final del mandato fue muy cortés, muy educado, porque además yo conocía a la Ministra. Ella me dijo que iban a poner a otra persona. El día que llegó, salió el nombramiento y llegó la toma de posesión. Se hizo en la galería principal del Museo. Recibí al Presidente del Gobierno, que vino expresamente a la toma de posesión del nuevo director del Museo del Prado. Mira qué diferencia: a mí me nombraron por teléfono desde Atocha, y ahora vino el Presidente del Gobierno. Le recibí porque yo era el director. Luego se hizo el acto en el salón, le di la mano y un abrazo porque era compañero de la facultad y me fui a casa por la puerta que había entrado. El Prado era un cargo que estaba sometido a eso, era una Dirección General del Ministerio. En el cambio de gobierno salía el director del Prado, cosa que no debía de ser así, pero yo tampoco lo iba a discutir. No me arrepiento de nada de lo que hice. Lo que sí me hubiera gustado es tener más medios y más tiempo.
Catedrático de Arqueología de la Universidad Complutense de Madrid. Director del Museo del Prado y del Museo Arqueológico Nacional, Director General de Bellas Artes y Archivos y académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Entrevista realizada el 13 de junio de 2018