Yo de quien más he aprendido fue de mi jefe José María Adeba. La verdad es que era una persona que trabajaba muy bien. Era una persona trabajadora, una persona que organizaba bien. Era una persona que sabía cumplir con su cometido. Yo creo que es de quien más hemos aprendido. De Ángel por ejemplo, yo creo que he aprendido también bastantes cosas porque muchas veces cuando se te plantea una dificultad ante un trabajo, algo que a lo mejor no es habitual, tienes que operar un poco con la imaginación, con una idea buena que aporte alguien del equipo. Eso siempre se ha dado y yo creo que el hecho de que haya un buen ambiente siempre hace que el trabajo salga mejor. Yo recuerdo que he aprendido mucho tanto de José María Adeba como de Ángel Campos, pero también por ejemplo de Alfonso Pérez Sánchez y de Manuela Mena. Con Pérez Sánchez como director y yo en Brigada coincidí nada más que unos dos años y medio aproximadamente, pero con Manuela Mena sí que hemos montado muchísimos años; prácticamente siempre, porque cuando ella no ha estado de subdirectora, ha sido conservadora de pintura del siglo XVIII. Entonces yo creo que son personas con las que he tenido mucho trato y creo que tengo un grato recuerdo. Y de Montse Sabán también, porque es una persona que sabía calibrar tanto la parte artística, cuando se hacía una sustitución de obras con los propios conservadores, como la parte personal. Es decir ella le planteaba al conservador “tu quieres poner este cuadro aquí pero ¿te has dado cuenta de lo grande y lo pesado que es, y que lo tienen que subir por la escalera porque no hay montacargas?”. Ella hacía un poco de enlace en un puesto que no es fácil y que sí que atajaba mucho trabajo porque ella era muy consciente tanto de la labor de un lado como de la del otro. Yo la echo mucho de menos. Para mí trabajar en el Museo del Prado significa profesionalmente todo. Podría decir que tengo mucho amor por mi trabajo. Intento mejorar en lo que hago. Evidentemente no soy perfecto porque estoy muy alejado de eso pero sí que intento no solamente hacer las cosas bien sino trabajar duro. Me gustaría que el día que yo no esté en este puesto, dejar las cosas mejor que cuando las cogí -que lo veo muy difícil sinceramente- pero eso sí que me gustaría.
Accede al Museo como vigilante de sala, aunque desarrolla la mayor parte de su trabajo dentro de la Brigada del Museo.
Entrevista realizada el 18 de junio de 2018