Entonces decían que yo era “un chico de provincias”. Quizá no tan “chico” pero sí un poco “de provincias” y tenía que venir a dirigir el Prado. No solo a dirigir el Prado en su contexto local y nacional, sino también internacional. Yo lo asumí con la ilusión de intentar hacerlo lo mejor posible. Es verdad que encontré un equipo de colaboradores magníficos. Mantuve a la subdirectora y creo que hice muy bien, la doctora Manuela Mena, que fue subdirectora con Alfonso y siguió siéndolo. Mantuve incluso a la secretaria, a Dolores Muruzabal, que ha seguido en el mismo cargo; nombré Director Adjunto a la dirección a un Conservador Jefe de departamento de pintura italiana al profesor Jesús Urrea, y después los escasos conservadores que había en el Museo siguieron haciendo su labor.
Es verdad que el Museo tenía, escandalosamente, muy poco personal científico, lo cual era un “hándicap” importante porque uno imagina que un museo además de exhibir una gran colección cuenta con un núcleo importante de gente que está trabajando sobre ella… Era muy escaso y realmente estaba necesitado de un aumento de personal que yo pensaba hacer pero que no me dio tiempo de alguna manera.
Quisiera también destacar la importancia del Personal Subalterno del Museo del Prado, un personal propio para lo bueno y para lo malo. Vivías los problemas del personal vigilante como si se tratase de una especie de gran familia. Por otra parte eran, lo han sido siempre, personajes muy fieles y conscientes del valor de lo que estaban vigilando. Es decir, el personal del Prado ha sido siempre consciente de la importancia de lo que estaban cuidando y de lo que estaban vigilando, a museo abierto o a museo cerrado.
Hoy está de moda privatizar servicios, y en algunos casos es bueno. Yo comprendo que se privaticen servicios, aclaro que no quiero entrar en opinar sobre el Museo del Prado, pero creo que hay un núcleo duro en el Museo del Prado que no puede privatizarse, es decir, el núcleo estructural de la ciencia y de los responsables del personal, eso tiene que ser personal propio. Tiene que ser alguien que el Museo sepa quién es, estás cuidando cosas muy importantes. Entonces la privatización debe ser con esas condiciones. Si no me parece peligrosísima.
Director del Museo del Prado, aunque previamente había sido miembro del Patronato. Tras su cese, es nombrado Director Honorario. También dirige Museos como el de Bellas Artes de Valencia San Pío V, y el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, de la misma ciudad.
Entrevista realizada el 07 de junio de 2018