De octubre de 2018 a junio de 2019
Con esta propuesta se pretende acercar parte de la colección del Museo a los colectivos de personas con daño cerebral adquirido y otros colectivos sociales. Se busca proporcionar un tipo de experiencia dirigida no únicamente al aprendizaje, sino también al bienestar personal (tanto a nivel emocional como social) de personas que pueden sentir limitada por diversos motivos su participación igualitaria en la vida cultural.
La actividad se desarrolla en dos sesiones durante una misma semana, la primera en los espacios de la entidad participante y la segunda en el Museo, ofreciendo así una preparación previa, una mayor proximidad y un refuerzo.
En la primera sesión se conceptualiza el hecho de que las manos son capaces de desempeñar una gran variedad de funciones: tocar, agarrar, sentir, sujetar, manipular, saludar, acariciar, etc. Son una parte vital para el ser humano porque definen quiénes somos y cómo nos mostramos a nosotros mismos, también cuando hablamos o nos comunicamos. En la segunda sesión, ya frente a las obras, se realiza un análisis visual de las mismas de forma dialogada, accesible y participativa, prestando especial atención a la comunicación no verbal y a la gesticulación que realizan las figuras representadas. Se ponen así en juego funciones como el razonamiento, la percepción simbólica, la atención, la memoria o las habilidades sociales.