Al estar de servicio de electricista, y ser el único personal de manteniendo que está e servicio, pues se hace de carpintero, de fontanero, de bombero, de un poco de todo. Recuerdo el día que se nos inundó el Casón del Buen Retiro, cuando todavía el edificio se usaba para exhibir la pintura del siglo XIX. Tenía las oficinas en la planta de arriba y también las obras todavía. Y nos llamaron por la noche porque estaba cayendo agua; se había roto el calentador que estaba en la tercera planta, en las oficinas, y caía el agua por las paredes para abajo. Tuvimos que salir del edificio Villanueva, ir hasta el Casón, cortar el agua y, a su vez, desmontar los cuadros que estaban colgados para evitar que se vieran afectados por la inundación. Te debes a estas cosas cuando estás de servicio. Y no es tu especialidad, pero no te queda otro remedio: tienes que cortar la luz e intentar minimizar los daños que se puedan producir.
Comienza trabajando en el Museo como ascensorista, y desde 1988 ejerce de electricista.
Entrevista realizada el 28 de noviembre de 2017