Cuando vengo al Museo del Prado en algún paseíto, aunque sea de refilón siempre me gusta pasar por Velázquez. Realmente desde muy pequeña me gustaba el Baltasar Carlos a caballo, y a lo mejor no miraba tanto a Las meninas.
Si no hay gente dentro de la sala seguro llego a verla. El problema es verla cuando hay tanta gente.
Pero me encanta mirarlo, cuando antiguamente el museo cerraba los lunes, e ir andando desde la puerta. Eso lo he hecho muchas veces y con gente. Lo tuve en las manos. Cuando se restauró lo teníamos desmontado directamente en suelo. Pero me gusta llegar a esa sala y desde la puerta ir andando hacia el cuadro, y lo hice cuando se restauró y lo sigo haciendo: voy andando hasta el cuadro, y cuando llego al cuadro parece que entro. Se lo recomiendo a cualquiera y puede ver lo que es la realidad.
Jefe del Gabinete de Documentación Técnica del Museo, conservadora del Cuerpo Facultativo de Museos. Ha trabajado en la Escuela de Restauración de Madrid y en el Laboratorio del Instituto de Conservación y Restauración. Ha participado en numerosas investigaciones y publicaciones.
Entrevista realizada el 20 de abril de 2018