Mi padre se llamaba David Manso Martín y entró en el Museo del Prado porque era funcionario de policía y estaba destinado aquí. Se hizo amigo del director [Fernando Álvarez de] Sotomayor y tenía nociones de fotografía. En aquella época no había un laboratorio fotográfico instalado en el Museo. De vez en cuando avisaban al fotógrafo [Mariano] Moreno para fotografiar los cuadros, sobre todo en restauración. Mi padre se hizo amigo de Moreno y de Sotomayor. Tenían largas charlas. Llegó un momento en el que Sotomayor les propuso organizar en el Museo del Prado un laboratorio fotográfico. Moreno y mi padre estuvieron de acuerdo en hacerlo. Además, mi padre hizo hincapié en la contratación de una persona más. Así entró Manuel Olivares.
Ingresa en el Museo del Prado como fotógrafo de arte, trabajando durante cuatro décadas. Es hijo de David Manso, primer policía del Museo y también primer fotógrafo.
Entrevista realizada el 10 de mayo de 2015