Parece que lo estoy viendo: recuerdo que el Guernica llegó enrollado y lo metieron en el Casón junto con todos los dibujos preparatorios. Era importante la colección. Me acuerdo que montaron una urna a prueba de todo, con las banderas a los lados… Estaba muy bonito el salón central del Casón. Después empezamos un trabajo muy importante de fotografiar todos los dibujos preparatorios para el Guernica, incluido el cuadro principal, por supuesto. Un trabajo muy laborioso. Por entonces aún estaba mi padre y trabajábamos rodeados de Guardias Civiles porque ese cuadro era intocable, era algo especial, por las circunstancias que concurrían.
Ingresa en el Museo del Prado como fotógrafo de arte, trabajando durante cuatro décadas. Es hijo de David Manso, primer policía del Museo y también primer fotógrafo.
Entrevista realizada el 10 de mayo de 2015