Yo entré en el Museo como jefe de obras, que entonces se llamaba jefe del Gabinete de obras y mantenimiento. Las funciones eran lo que su propio nombre indica: las obras y el mantenimiento del Museo. Las perspectivas de las obras que se preveían eran muy importantes en aquel momento cuando a mí me contactaron y me ofrecieron venir al Museo: las cubiertas, la ampliación… Yo soy arquitecto y supongo que sería una de las razones por las que contaron conmigo. Y dieciséis años hemos estado.
Fundamentalmente a mí me vendieron la moto de que lo importante iban a ser las obras y sí, efectivamente, las obras fueron muy importantes pero lo complicado es el día a día. Lo complicado es el mantenimiento, te exige mucha atención y mucho tiempo. Entonces realmente la labor fue el mantenimiento de climatización, de electricidad, carpintería, pintura, cerrajería. Y en aquellos tiempos llevaba también todo el tema de jardinería, con contratas externas de jardinería, de limpieza. O sea, todas estas labores además de las obras de cubiertas y ampliación, claro. Ese era mi ámbito de trabajo con los cuarenta operarios de mantenimiento que había en el Museo.
Arquitecto, trabaja en el Museo del Prado como jefe del Área de Obras y Mantenimiento desde 1994 hasta 2009, participando en grandes proyectos como las obras de remodelación de las cubiertas, la ampliación de Jerónimos o la reforma y ampliación del Casón del Buen Retiro.
Entrevista realizada el 09 de mayo de 2018