He hecho muchas cosas en el Museo del Prado. Tienen allí muchísimas cosas mías. Trabajé en las tareas de carpintería, restaurando muebles. Como los sillones que había en el Museo, que eran muy bonitos, y que procedían de las Cortes, cuando las estaban reformando. Nos llegaron de las Cortes y se restauraron para el Museo. No sé si habrá alguno ahora en las salas. Eran de caoba.
Pedestales para las esculturas. Hay una escultura que es de madera, que tendrá una altura considerable, y que la sujeté con un pie al que le puse un tornillo de cascabel, para que no la tiraran.
También me ayudaban los restauradores. Uno de ellos fue Tomás Pérez Alferez y otro Pablo López Valdiavero. Pablo es quien reenteló La familia de Carlos IV. Con ese trabajo le ayudé un poco. Me dijo que me iba a enseñar, y me enseñó. Luego estuve yo solo reentelando cuadros y cuadros. He hecho muchos. No lo recuerdo bien pero calculo que habré reentelado unos cuarenta cuadros en el Museo.
Cuando se hace un trabajo de este tipo, no puedes saber cómo ha quedado hasta que lo ves al día siguiente, pues en la forración sabes que puedes estropearlo. Y cuando al día siguiente ves que no ha pasado nada, te quedas más tranquilo, pero hasta entonces no. Si son trabajos de dos días, aún más.
Entra a trabajar en el Museo como carpintero y después de un breve periodo como vigilante de sala, se incorpora al taller de restauración realizando labores de carpintería, que era su especialidad. Su padre también trabajó en el Museo Nacional del Prado, y participó en la evacuación de las obras durante la Guerra Civil española.
Entrevista realizada el 11 de febrero de 2015