Ese placer lo hemos tenido muy pocos aquí. Solo los de la noche, porque por el día hay mucha gente. Muchas veces con mi amigo David que en paz descanse. Me alegro mucho al mencionarle porque era un hombre muy culto y me iba muchas veces con él. Era un hombre al que me gustaba decir alguna vez: “vamos a ver este cuadro”. Era muy pacífico, era muy buena persona, lo mejor que he conocido. Y lo pasábamos divino los dos. Con el que mejor relación he tenido y he vivido muchas horas ha sido con David Rodríguez. Desgraciadamente murió joven. Para mí ha sido el tío que más me ha impresionado. Por su cultura, sus buenas formas. Era un hombre calladito, serio, muy listo, una buena persona. Aquí te podías dar el gusto de decir “voy a ver Las meninas” porque te apetecía aquella noche verlas. Te sentabas en el banco, consultabas con Consola y ya está. Yo tengo fotografías sentado viendo Las meninas de noche. Me las hizo Jesús Araque. “Te voy a hacer una foto”. “Házmela, por favor”. Y me las dieron. Ahí está Araque para preguntarle, si le conocéis. Él me las hizo. Ese placer no lo tiene todo el mundo.
Ha trabajado en el Museo del Prado dentro del servicio de vigilancia nocturna durante más de tres décadas.
Entrevista realizada el 05 de diciembre de 2017