Conmigo trabajaba Rocío Arnáez, que para mí fue una persona fundamental porque era la que nos enseñaba el Museo todas las semanas, sala por sala. Por lo tanto, todo mi conocimiento sobre el Museo se lo debo a Rocío. Me parece un error que esa labor no se haya continuado, porque creo que incluso para becarios o para gente que ha venido con un contrato, es fundamental conocer el Museo, y la gente no lo conoce. Nosotros íbamos todas las semanas por áreas, o sea, por escuelas, veíamos las pinturas y luego por nuestra cuenta las estudiábamos y ampliábamos los conocimientos que nos habían dado. Para mí, esa época fue fundamental.
Se incorpora al Museo Nacional del Prado con un primer año de prácticas, para posteriormente realizar una revisión de los fondos de la colección permanente, lo que luego vendría a llamarse "Prado disperso". Se vincula al Servicio de Exposiciones Temporales y más tarde a la Colección Permanente donde se encarga de la remodelación de las salas y del control de los movimientos de las obras de arte.
Entrevista realizada el 28 de junio de 2018