Muchas veces he trabajado con los soportes, pero a mi manera. No a la manera que querían obligarme. Sánchez Cantón y Sotomayor no querían que se tocaran las tablas. Las bajaban en verano porque abajo había humedad y las tablas se mantenían mejor. Pero yo veía que la dilatación de los cuadros tenía que controlarse a través de tensores. Por norma general, la tabla tiene un sector que obtura por lo que tarda más en coger la humedad. Pero eso se puede controlar, y en el momento en que el cuadro quiere ensancharse, lo hace pero poco a poco, de forma controlada. En invierno sucede lo mismo. Tanto en invierno como verano, el tensor se encarga de controlar la dilatación.
Entra a trabajar en el Museo como carpintero y después de un breve periodo como vigilante de sala, se incorpora al taller de restauración realizando labores de carpintería, que era su especialidad. Su padre también trabajó en el Museo Nacional del Prado, y participó en la evacuación de las obras durante la Guerra Civil española.
Entrevista realizada el 11 de febrero de 2015