Yo no entré en el Museo por mi padre sino por Sotomayor. Fui a entregar unos muebles y estando allí salió y habló conmigo. Me preguntó si quería entrar en el Museo del Prado y le dije que sí. Primero le dije que no, porque era una vida distinta a la mía, pero después lo consulté con mi padre y me dijo que allí estaría bien. Y así entré al Museo del Prado. Empecé en las salas por las tardes. Pero estuve poco tiempo, pues Sánchez Cantón dijo: “Este muchacho no debe estar en sala. En la sala puede estar cualquiera. Hay que sacarle de ahí”. Y así pasé al taller.
Entra a trabajar en el Museo como carpintero y después de un breve periodo como vigilante de sala, se incorpora al taller de restauración realizando labores de carpintería, que era su especialidad. Su padre también trabajó en el Museo Nacional del Prado, y participó en la evacuación de las obras durante la Guerra Civil española.
Entrevista realizada el 11 de febrero de 2015