Fuente ochavada de porcelana china. Compañía Holandesa de las Indias Orientales
Primera mitad del siglo XVIII. Pasta dura china, 4 x 37,2 cmNo expuesto
Los productos chinos, sobre todo las sedas y las porcelanas, se conocieron en Occidente desde época remota; durante la Edad Media, los árabes fueron los mercaderes que hicieron llegar aquí tan preciados artículos. Las porcelanas que se importaron en el primer momento fueron, sobre todo, las azul y blanco de la época del emperador Ming, Wan Li. Los fabricantes chinos comprendieron pronto que los europeos no eran entendidos en porcelana y fabricaron una de exportación, vulgar, incluso con fallos, pero que a ojos de los occidentales resultan auténticas obras de arte. Una vez que estuvo organizado regularmente el comercio, las Compañías de Indias suministraron a los artistas chinos modelos europeos, tanto para formas como para decoración. Durante todo el siglo XVIII persistió la serie azul y blanco, pero de calidad inferior, que se llamó entonces porcelana de Nankín, y sobre todo la de tipo familie rose. Esta clase de porcelana inundó Europa hasta entrado el siglo XIX.
La Compañía Holandesa de las Indias Orientales (Vereenigde Oostindische Compagnie o VOC) fue fundada en 1602. Su actividad comercial fue esencial para la prosperidad del país, ya que los Estados Generales de los Países Bajos le concedieron el monopolio sobre el comercio con Asia: especias, materias primas y objetos de lujo, entre ellos la porcelana de China y Japón, que se convirtió en un símbolo de riqueza, relevancia social y buen gusto. En 1799 se declaró en bancarrota y quedó disuelta.
Esta vajilla tiene decoración dentro de las modalidades de la famille rose, en su forma más vulgarizada, ésta es característica del siglo XVII y destaca por el uso de una decoración floral muy variada. Forma parte de dieciséis piezas de vajilla de porcelana china de exportación: 1 sopera, 11 fuentes ochavadas de varios tamaños y 4 fuentes redondas. La pasta es de buena calidad, aunque ofrece algunas imperfecciones; la cubierta de esmalte blanco verdoso, y policromadas en tonos fuertes de rojo ladrillo, amarillo, azul, violeta, castaño, turquesa, negro y oro. Corresponden a dos modelos diferentes: en cuatro fuentes ochavadas una escena más sencilla en que aparece una dama sentada en un jardín hacia la cual corre un niño con un ramillete de flores en la mano. El ala es también sencilla, con grupos de flores entre dos estrechas orlas de flores estilizadas en oro y pequeñas olas. Las restantes piezas ofrecen una escena más abigarrada, una serie de personajes de ambos sexos acompañan en su paseo a un noble que es llevado en sillón de ruedas por un servidor. El ala también es más complicada; del borde salen olas doradas y entre ellas diversas flores policromadas.
Ceballos-Escalera, Isabel de, Catálogo del legado Fernández Durán (Artes decorativas), Madrid, Patronato Nacional de Museos, 1974, p.21-24