Taza de oro con turquesas y rubíes
1580 - 1630. Oro, Rubí, Turquesa. Sala 079BVaso con perfil de arco rebajado, algo exvasado, y boca redonda, unido a un ruedo de asiento. Está forrado por dentro con una lámina lisa de oro, y al exterior con una labor de mosaico realizado con 791 fragmentos de turquesa. El diseño consiste en una banda con rótulos rodeando el labio y un campo reticulado de tallos, hojas y flores, similar al de la taza O70 del Tesoro, aunque más tupido, con cuatro mandorlas de oro picado y florones de estructura similar a los de la taza baja O71 y al perfumador robado en 1918. En cada una de las flores está engastado un rubí cabujón, sumando en total 160, realizado en oro según la técnica kundan. La base presenta decoración nielada con diseño de arabescos de gran calidad.
Se conservan piezas similares en el Louvre -una de ellas procedente de la colección Mazarino-, en el British Museum y el Museo Topkapi. Los distintos inventarios del Tesoro describen esta pieza como una taza doble, quizás por su aspecto de pieza forrada. Curiosamente, la huella interna del estuche sugiere que pudo tener otra taza por tapa. El dibujo nielado de la base se relaciona con piezas del siglo XVII, como el relicario del manto de Mahoma, conservado en el Museo Topkapi de Estambul.
Se conserva la fotografía de Juan Laurent y Minier, Tasse moresque, à fleurons avec des grenats enchâsses, XVIe siècle, règne de François 1er, hacia 1879. Museo del Prado, HF0835/23 (Arbeteta tiene presentado un texto sobre la revisión de la catalogación para su publicación).
El Tesoro del Delfín es un conjunto de vasos preciosos que, procedentes de la riquísima colección de Luis, gran Delfín de Francia, vinieron a España como herencia de su hijo Felipe V, primer rey de la rama borbónica española. Luis de Francia (1661-1711), hijo de Luis XIV y María Teresa de Austria, comenzó su colección tempranamente influenciado por su padre; la adquisición de obras se producía por diversas vías, desde regalos hasta su compra en subastas y almonedas. Al morir el Delfín, Felipe V (1683-1746) recibe en herencia un conjunto de vasos con sus respectivos estuches, que fueron enviados a España. En 1716 estaban en el Alcázar de Madrid, guardados en sus cajas, desde donde se trasladaron, en fecha posterior, a La Granja de San Ildefonso, lugar donde se citan a la muerte de Felipe V, conservados en la llamada Casa de las Alhajas. En 1778 se depositaron, por real orden de Carlos III, en el Real Gabinete de Historia Natural y continuaron en la institución hasta el saqueo de las tropas francesas en 1813. La devolución de las piezas se produjo dos años más tarde y con algunas pérdidas. Fue en 1839 cuando la colección llega al Real Museo, donde sufrió en 1918 un robo. Con ocasión de la Guerra Civil española fueron enviadas a Suiza regresando en 1939, con la pérdida de un vaso, desde entonces se encuentran expuestas en el edificio Villanueva.