La comida y el acto de comer, como elementos centrales de la propia vida, han estado muy presentes en el arte desde la antigüedad. El bodegón es el género más conocido, en el que animales, frutas, verduras, flores y toda clase de objetos inanimados son tomados como objeto de representación.
Además de su valor estético y técnico, el género de la naturaleza muerta también se ha convertido en un valiosísimo documento para comprender nuestro pasado. El bodegón nos permite observar alimentos y utensilios de cocina, pero también adentrarnos en las tradiciones, costumbres y valores que configuran la gastronomía y los rituales sociales vinculados con la comida en distintos ámbitos temporales, geográficos y culturales.
Desde una mirada actual, los bodegones del Museo del Prado nos invitan a reflexionar sobre temas actuales en torno a la comida. ¿Qué papel juega la industria alimentaria en el modo en que comemos? ¿Nos alimentamos de forma sostenible, ecológica, ética, o al menos nutritiva? ¿Qué relación mantiene la comida con el territorio? ¿Cuál es su peso en las celebraciones comunitarias? ¿Cómo han influido la multiculturalidad y la globalización? ¿La ingeniosa cocina de autor es una moda pasajera o aporta nuevas experiencias? ¿Estamos perdiendo los modos tradicionales de cocinar y de alimentarnos?
En el Museo encontramos numerosos bodegones que permiten profundizar en estas cuestiones. Mostraremos aquí varios ejemplos, pero hay muchos más, como los de Sánchez Cotán o los de Clara Peeters.
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