Bartolomé Bermejo está considerado como uno de los principales representantes del arte gótico hispanoflamenco. Nacido en Córdoba, desarrolló toda su carrera en la Corona de Aragón y su presencia está documentada -entre 1468 y 1501- en Valencia, Daroca, Zaragoza y Barcelona. Aunque no parece probable que viajase a Flandes, conoció las novedades técnicas que allí se estaban desarrollando y las incorporó a sus obras, creando conjuntos de gran riqueza cromática e interesantes programas iconográficos.
En el siguiente interactivo mostramos las ciudades en las que vivió y trabajó.
El pintor Bartolomé de Cárdenas, conocido como “el Bermejo”, nació en Córdoba, como queda reflejado en la inscripción que aparece en la Piedad Desplá, una obra realizada ya al final de su vida: Obra de Bartolomé Bermejo cordobés, encargada por Lluís Desplà arcediano barcelonés, concluida el 23 de abril de 1490 de la Redención cristiana.
La primera referencia documental sobre Bartolomé Bermejo lo sitúa en Valencia en febrero de 1468, cuando -citado como residente en Valencia, lo que implica que ya llevaría un tiempo viviendo allí- firma un contrato para la ejecución de un retablo dedicado a san Miguel encargado por el noble Antoni Joan, señor de Tous. Destinado a la iglesia parroquial de esa localidad, firma la tabla central como Bartolomeus Rubeus.
En 1474 firma -junto al pintor Juan Bonilla- un contrato para la ejecución del retablo de Santo Domingo de Silos para la iglesia de la misma advocación de Daroca. Al no cumplir lo acordado -entregar todo el retablo en poco más de un año-, años después deberá firmar otro nuevo contrato, cuyas condiciones incumplirá nuevamente. Durante su estancia en Daroca, también pintará otros retablos, entre los que destaca el dedicado a Santa Engracia, para la iglesia de San Pedro.
En 1477, establecido ya en Zaragoza, firma un segundo contrato para la finalización del retablo dedicado a Santo Domingo de Silos de Daroca. Este nuevo contrato lo firma junto al pintor Martín Bernat, con el que también contratará en 1479 la realización del retablo de la Virgen de la Misericordia encargado por el mercader Juan de Lobera para la capilla funeraria de su familia en el Pilar. Pese a acordar que el trabajo estaría concluido en un año, no se terminó hasta 1484. En 1482 está trabajando en la Seo de Zaragoza, pintando las puertas del Retablo Mayor.
Junto al pintor Rodrigo de Osona y su hijo Francisco -probablemente las figuras más destacadas de la pintura valenciana de las últimas dos décadas del siglo XV y principios del XVI- Bermejo pinta el Tríptico de la Virgen de Montserrat, un encargo del mercader italiano Francesco della Chiesa destinado a la catedral de Acqui Terme, su ciudad natal.
Es posible que antes de trasladarse a Valencia y pintar allí el Tríptico de la Virgen de Montserrat Bermejo ya estuviese establecido en Barcelona. Pero la primera prueba documental es de 1486, cuando participa en el concurso para la ejecución de las puertas del órgano de Santa María del Mar de Barcelona. En abril de 1495 concluye la Piedad Desplà, considerada su obra maestra. En sus últimos años de actividad profesional, diseña diversas vidrieras para la Catedral (1495) y para la Lonja del Mar de la ciudad condal (1500-1501).