Con este recurso podréis crear vuestras propias composiciones musicales a partir de instrumentos tradicionales y un secuenciador actual.
Todo ello empleando como soporte una de las obras más celebres del Museo en cuanto a este sentido se refiere, El Oído de Jan Brueghel el Viejo y Rubens.
El Oído forma parte de la serie que llevó a cabo Brueghel junto a Rubens. Brueghel empezaba las obras pintando los objetos y dejaba hueco para que Rubens pintase las figuras. Posteriormente Brueghel acababa la obra rellenando las partes que lo necesitasen. En la serie se presentan aquellas cosas que interesaba y coleccionaban los cortesanos y aristócratas de la época.
Jan Brueghel de Valours, en su mentalidad racionalista de pintar todo lo que se conoce, clasifica lo conocido a través de los sentidos, en este caso, el del oído.
Vemos cómo describe pictóricamente tanto aquellos instrumentos de la época y de su contexto social y político (tambor, contrabajo, violín, sacabuche, chirimía, laúd, clave...) como los objetos sonoros y mecánicos (reloj) o alegorías de la música y su aspecto simbólico con aves y otros animales (guacamayo, pinzón vulgar...).
Brueghel se recrea en las miniaturas que aprendió de su abuela, María Bessemers, usando posiblemente pinceles de un pelo y lupas, y demostrando que la tradición de los miniaturistas no estaba acabada, dándole nueva vigencia y nueva vida a ese propio camino.