Afrodita
Segunda mitad del siglo II. Mármol blanco, 38 x 18 cmNo expuesto
La estatuilla reproduce una estatua de Afrodita que, por sus 170 reproducciones greco-romanas hasta hoy conservadas, tenía mucha fama en la Antigüedad. Está vestida con un fino y ceñido chitón sin mangas que hace resaltar claramente las formas del cuerpo. La cabeza, perdida, tenía una posición inclinada y estaba ligeramente girada hacia su izquierda; un pañuelo sujetaba la cabellera en la parte posterior de la cabeza. Llevaba en su mano izquierda una manzana, como demuestran unas estatuillas de terracota. Los paños mojados, el seno descubierto y la manzana caracterizan a Afrodita como diosa del amor. Sosteniendo el extremo del manto con la mano derecha alzada, se desvela como una novia y, a la vez, representa su epifanía: quitándose el velo descubre su poder ante el observador humano como diosa del amor. La composición de la estatua está determinada por el principio del contrapposto de la escuela de Policleto. El particular atractivo de la obra radica en el contraste entre el rigor de la estructura compositiva y las formas corporales claramente destacadas de la figura, subrayadas por los finos pliegues que marcan pequeños cauces en el cuerpo: un elemento estilístico ático desarrollado por Fidias. Por estos motivos, es plausible conjeturar que la obra fue concebida por un discípulo ateniense de Policleto, a finales del siglo V a.C (Texto extractado de Schröder, S. F.: Catálogo de la escultura clásica, Museo Nacional del Prado, 2004, pp. 86-89).