Candil
Siglo XVII. Vidrio.Depósito en otra institución
La fabricación de vidrios andaluces tiene una remota tradición. Los hornos más conocidos desde época musulmana radicaban en las provincias de Granada y Jaén, pero ya en época cristina la producción más famosa fue la granadina de Castril de la Peña; la fundación de estos hornos, a juzgar por los escudos de Hernando de Zafra se encuentran en la antigua fábrica y datan del siglo XV, se supone que fue muy antigua. Es difícil la atribución de las piezas a los diversos lugares donde se fabricaban vidrios, dado la escasez de datos. En Castril se hacían piezas de color verde, melado y algunas incoloras. Las formas principales eran las jarras de boca acampanada y varias asas, botellas, candiles y vasos planos, todas de raigambre musulmana, y de tipo popular. La decoración consistía principalmente en fileteados de vidrio del mismo color, círculos concéntricos, cordoncillo, cadenetas y, sobre todo, las cresterías en los perfiles y en las asas. En algunas piezas, además de los cordones y pellizcados, usaban como motivo decorativo grupos de hilos que estiraban y cortaban con pinzas, dejando remates gruesos, como nudos, y que luego, doblados, los aplicaban a la panza. Este tipo de decoración se empleó también en Castilla y Cataluña. Hasta el siglo XIX los vidrios de Granada continuaron su tradición artesana y popular.
Este candil es probablemente obra del siglo XVII, de vidrio verde grueso, de pasta llena de impurezas y con burbujas. Tiene pie circular doblado, piquera ancha, cuerpo aplastado acorazonado con depósito circular y boca estrecha en la parte superior. Decorado alrededor del deposito, formando como asas macizas onduladas y pellizcos en la parte superior, de tradición morisca. (Texto extractado de De Ceballos-Escalera, I.; Braña de Diego, M.: Catálogo del Legado Fernández Durán. Artes Decorativas, 1974, p. 18).