Cupido o Amor con todos sus atributos
Hacia 1828. Mármol de Carrara, 139,5 x 55 cmGalería Jónica Baja Sur
Hijo de José Álvarez Cubero, el más famoso escultor neoclásico español, y de Isabel Bouquel, vivió gran parte de su vida en Roma, donde sus padres se instalaron tras su nacimiento.Se formó en escultura junto con su progenitor. Ganó dos premios en el concurso de la Scuola del Nudo de 1823 (ASL Miscellanea Scuole I no 12 y 13. Lovery 1824, p. 34. Caniglia 2002, p. 382), y fue reconocido con el primer premio de escultura en el gran concurso Clementino de 1824: “[...] Giusppe Alvarez romano figlio di sganuolo [...] La prova non solo corrisponde al gruppo, ma è così ben composta, e con tali linee, ed expresa con sì fatta energia, che promette il suo autore dover riuscire un valente scultore [...]” (Diario di Roma 1824, p. 2. Caniglia 2002 p. 365)Tuvo también destacadas dotes como dibujante y pintor, así como una excepcional capacidad para el canto y una educación plurilingüe - hablaba español, francés, italiano, alemán y flamenco - (Rincón 2002, p. 210. Fernández 2011, p. 432)Era lógico que, habiendo aprendido a esculpir junto a su padre y con seguridad en el taller del maestro Canova - protector y amigo de su progenitor -, y habiendo frecuentando tanto el estudio de Ingres como el del gran pintor neoclásico José de Madrazo en Roma, su gusto estético estuviera dominado por el interés por la belleza, el estudio de la anatomía, y la delicadeza en la ejecución escultórica. Entre las pocas obras que se conservan de su mano, se localiza en Roma el medallón retrato del embajador español Vargas Laguna, en su cenotafio de 1824 en Santa Maria in Monserrato degli Spagnoli. A pesar de su juventud, fue Académico de Honor de la Accademia di San Luca en 1827, y Académico de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando en 1829. Muy probablemente hubiera sido mejor escultor que su padre, y digno seguidor del maestro véneto, si no hubiera fallecido con, tan solo, veinticinco años. Su perfección técnica dio lugar a que, en alguna ocasión, esculturas suyas fueran atribuidas a su famoso padre, con quien colaboró en su última etapa romana de 1823 a 1826, particularmente para ayudarle a pasar a mármol su obra cumbre, La Defensa de Zaragoza (Azcue 2007a). A pesar de sus conocimientos, al no ser Escultor de Cámara del rey, no fue autorizado en 1828 a concluir la última escultura de su padre, la reina Isabel de Braganza (AMP C. 357, Leg. 11.202, Exp. 1. Azcue 2007b).Este joven Cupido muestra su refinado concepto neoclásico de elegancia y gracia, incorporando diversas inspiraciones estéticas. Por un lado, de ejemplos clásicos de la iconografía de Ganimedes con las piernas cruzadas, como el conservado en el Museo Chiaramonti (Museos Vaticanos inv. 1376), o los faunos/satiros niños como el de Museo del Louvre (inv. MA594), emulando también el ejemplo del Apolino esculpido por su padre (Museo del Prado, inv. E 805) pero sin la marcada curva praxiteliana. Y por otro de Canova, en especial de la cuarta versión del Amorino alado, terminada h. 1797, hoy en el Hermitage (Roma 2007). Presenta un rostro idealizado y un detallado tratamiento del caballo - inconcluso en el lateral derecho -, en una composición serena de exquisito acabado. Ingresó en la Colección Real en Madrid en 1828 como obra atribuida a su padre, aunque pronto fue reconocida y valorada su correcta autoría: “el amorcito de D. José Albarez [sic] hijo, nos hace sentir profundamente la temprana muerte de un joven que tanto honor hubiera dado a nuestra patria” (Carderera 1839, p. 151).De nuevo fue omitida su autoría, aun siendo pieza esencial del Museo de Arte Moderno inaugurado en 1898, y figuró como obra de su padre (Catalogo 1899, no 2, p. 83), hasta que su biografía y su obra fue rescatada del injusto olvido en 1967 (Pardo Canalís 1967), y recientemente ha sido investigado en relación con la amplia saga artística familiar a la que perteneció (Fernández 2011) Su prematura muerte sustrajo a la escultura española de un gran artista neoclásico, que hubiera llegado, seguramente, a muy altas cotas en su campo. [Leticia Azcue Brea, en cat. exp., Milán 2019-2020, p. 369.]
Azcue Brea, Leticia, 'José Álvarez Bouquel. Cupido o Amore con tutti i suoi attributi' En:. Canova-Thorvaldsen. La nascita della scultura moderna, Milán, Edizioni Gallerie d'Italia: Skira,, 2019, p.369 nº.XI.4