El emperador Carlos V
Después de 1540. Óleo sobre tabla.No expuesto
En este retrato, el emperador viste a la española y el único detalle de color lo ponen las precisas pinceladas que dan forma al toisón que pende de una corta cadena de oro que lleva al cuello. La pintura está muy barrida, presentando una zona de repintes a la altura de los ojos, coincidiendo con una fractura del soporte, aunque es difícil precisar su cronología. Lo más probable es que se pintara en España, donde los pequeños retratos, a diferencia de otras zonas de Europa, ya gozaban de popularidad a medidados del siglo XVI, aunque no debemos descartar que fuera obra italiana o centroeuropea (Texto extractado de Espinosa, Carmen: Las Miniaturas en el Museo del Prado. Catálogo razonado, Madrid, Museo del Prado, 2011).