El enano Juan de Portilla (¿?)
Segunda mitad del siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 159 x 107 cmNo expuesto
La identificación de este personajes se basa únicamente en la lectura de la inscripción que aparece en el papel o súplica que sostiene en su mano izquierda, en el que actualmente tan sólo se puede leer con cierta claridad: .uan...tillo. Tal vez ante la contemplación de este individuo no deba pensarse en uno de esos bufones de palacio, sino en algún otro empleado que, eso sí, cargado con su limitación física, desarrollaba en determinada residencia regia algún cometido específico. Dado que en este retrato su anónimo autor ha concedido una especial importancia al último plano, con la representación de un jardín sembrado de estatuas y fuentes y limitado por un muro bajo decorado con bustos en sus nichos, quizá quisiera hacer alusión a que el retratado mantenía una relación habitual con ese lugar, o bien por trabajar en él o por residir allí, aunque también es cierto que puede haber sido un simple recurso pictórico sin contenido especial.
No se puede tampoco precisar con exactitud a qué jardín se hace alusión, si es que no fue invención del pintor, pero podría pensarse en el llamado Jardín de los emperadores del desaparecido Alcázar de Madrid o el que ostenta el mismo título en Aranjuez e incluso en algún rincón de la Casa de Campo madrileña. Tampoco la identificación antigua del personaje arroja ningúna luz. No se conoce ningún individuo de sus características con ese nombre. Si la terminación de su supuesto apellido (illo) fuese en realidad un diminutivo hipocorístico podría tenerse en cuenta que este tipo de terminaciones cariñosas se usaron habitualmente para denominar de forma familiar a enanos (Estabaillo, Miguelillo, Sebastianillo) y a otros locos y truhanes (Velasquillo, Pablillos, Juanillo), aunque no tuvieran una estatura escasa.
La torpe figura de este individuo, de semblante poco agradable, mirada torva y expresión adusta, está vestida con un sufrido traje y capa de paño verde, siendo su único elemento de distinción el cuello de encaje de los llamados puntas de España.