El pintor Enrique Mélida y Alinari, togado
1864. Óleo sobre lienzo, 106 x 76 cmDepósito en otra institución
Enrique Mélida y Alinari (Madrid, 1838-París, 1892), hermano mayor del también pintor y arquitecto Arturo, del diplomático Alberto, y del arqueólogo José Ramón, cursó la carrera de Derecho. Después de licenciarse a los veintidós años, ingresó como letrado en el Tribunal de Cuentas, de cuya entidad era ministro su padre, el jurisconsulto Nicolás Mélida Lizano. Aficionado a la pintura, recibió clases de José Méndez, pero pronto se liberó de las tendencias idealistas de su maestro para seguir un arte de inspiración más próxima al estudio del natural. Por otra parte, Ignacio Suárez Llanos, ocho años mayor que Mélida, fue, junto con Vicente Palmaroli y Ceferino Araujo, uno de los amigos que le animaron a exponer por primera vez. Como Mélida, también Suárez Llanos colaboró, en su caso con ilustraciones, en El Arte en España, publicación de la que el retratado fue uno de los fundadores.
Este retrato pudo haber formado parte del envío de su autor (en el que se incluían cuatro retratos más) a la Exposición Nacional de 1864, pues con el número 394 del catálogo figura un Retrato de D.E.M. El retratado todavía aparece con el traje de jurisconsulto, con la toga y muceta roja de su primera profesión, mientras sostiene con su mano derecha un birrete. De frente amplia, ojos claros, cabello, barba y bigote rubios, la nariz ligeramente desviada y con marcado caballete da una animada asimetría al rostro, que revela un carácter delicado y noble. Mira de frente al espectador y las pálidas facciones (Mélida sufriría cinco años después una grave pulmonía y tuvo una salud frágil) destacan sobre un fondo oscuro. En la parte inferior llama la atención cierta rigidez de la mano, muy característica de Suárez Llanos (Texto extractado de Barón, J. en: Artistas pintados. Retratos de pintores y escultores del siglo XIX en el Museo del Prado, Museo del Prado, 1997, p. 104).