Estatua funeraria orante de Juan de Solórzano Pereira
1655 - 1660. Alabastro de Aleas (Guadalajara), 138 x 53 cmDepósito en otra institución
Figura arrodillada sobre dos almohadones en actitud orante, con traje de la época y la cruz de Santiago labrada en el pecho. Desde el punto de vista iconográfico continúa el modelo funerario difundido por los Leoni, cuyo más alto exponente, después de los mausoleos Reales de El Escorial, está en los retratos del duqe y la duquesa de Lerma que se conservan en Valladolid. Las estatuas de don Juan de Solórzano Pereira, su mujer, doña Clara de Paniagua y la del obispo de Santa Fe de Bogotá, don Bernardino de Almansa, antiguo patrón de la Capilla Mayor de la Iglesia del Convento del Caballero de Gracia, fueron encargadas por su hijo primogénito, don Fernando Antonio Solorzano, siguiendo las órdenes del testamento de su padre, del 27 de noviembre de 1655, al escultor portugués Manuel Correa (Barrio Moya, 1984). El 23 de septiembre de 1662, el autor otorgaba escritura en la que declaraba tener acabada una de las estatuas, sin especificar de cual se trataba (Agulló 1978).