Esta pintura, que nada tiene que ver con la técnica y estilo de Giordano, ha sido tradicionalmente atribuida a él, incluso después de que Ferrari y Scavizzi, en dos ocasiones distintas, rechazaran tal posibilidad. La identificación más sorprendente la llevó a cabo Andreina Griseri, quien, sin duda por su proximidad iconográfica con sus sibilas, la consideró pintura realizada alla maniera di Guercino [Griseri 1961, p. 432, fig. 208c]. En realidad, se trata de una mediana copia de una obra de Francesco del Cairo conservada en el Musée des Beaux-Arts de Estrasburgo [Frangi 1998, p. 250, n.^o 40]. La existencia de numerosas versiones de este mismo cuadro atestigua la fama alcanzada en Roma por el original, donde debió ser pintado. El del Prado presenta, frente al original francés, algunas diferencias en la definición del manto de la protagonista [Ibídem, p. 297, n.^o A10].

Debido a su condición de copia, resulta muy difícil aventurar una fecha para esta pintura. Cristina Geddo la estudió a través de una fotografía de mediocre calidad, alcanzando la conclusión de que se trata de un original tardío de Cairo, que dató en torno al sexto decenio del siglo XVII. Por su parte, Francesco Frangi, a partir del mismo material gráfico, consideró con dudas la posibilidad de que se tratara de una réplica autógrafa del original francés. En apoyo de esta hipótesis aportó una copia del ejemplar madrileño, de calidad mediana, que pasó por el mercado de arte de Nueva York en 1996 [Christie’s Nueva York, subasta del 12 de enero de 1996, lote 453, oleo sobre lienzo, 89 x 73,7 cm]. En ella se aprecian las mismas diferencias en el vestido del personaje femenino que distinguen esta pintura y la de Madrid del indiscutible original francés, apoyando con ello la hipótesis de que la pintura del Prado constituye un segundo original con ligeras variantes. Sin embargo, a juzgar por las fotos disponibles, parece copia mediana del original francés.

Úbeda de los Cobos, Andrés, Luca Giordano en el Museo Nacional del Prado: catálogo razonado, Madrid, Museo Nacional del Prado, 2017, p.351-352